Publicado a las 4:43 pm
Como forma de paliar el calor de 30 grados de este domingo (10), según el Instituto Nacional de Meteorología (INMET), cientos de bañistas acudieron a la playa de Ponta Negra, en Maricá.
El problema es que en el sitio se vieron obligados a compartir espacio con lanchas rápidas y motos de agua que viajaban a unos 50 metros de ellos en el mar, creando riesgos para su integridad física.
A pedido de los bañistas, agentes del Cuerpo de Bomberos afirmaron que incluso hicieron sonar el silbato a los pilotos, como una forma de sacar las embarcaciones, pero sin éxito.
Según los informes, la situación ocurrió principalmente en la esquina de la playa, cerca de la salida del canal. Alrededor de las 11 de la mañana pasó una lancha muy cerca de los bañistas. Las motos de agua han estado circulando durante la tarde.
Por teléfono, el asesor del Departamento de Bomberos dijo que solo la Marina tiene la autonomía para hablar sobre el caso. Solo la agencia puede notificar, autorizar a los conductores o aprehender embarcaciones que hayan cometido infracciones.
Buscado, la Autoridad Portuaria no regresó hasta la publicación del informe.
Un bombero, que prefirió no ser identificado, dijo que por ley, para que una embarcación atraque, es necesario navegar perpendicularmente a la orilla, con una velocidad máxima de 3 nudos (5,5 km / h) y nunca superar la distancia mínima de 50 metros. .
Solo se permite aterrizar en playas con carriles señalizados, respetando siempre la velocidad máxima de 3 nudos (5,5 km / h).
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