Sin bonificación por trabajo anterior y 30 minutos para empacar e irse. Así llevó a cabo Goldman Sachs su última ola de despidos, según el Financial Times (FT).
Los pagos a los trabajadores que se marchaban eran bastante diferentes, y algunos no recibían una bonificación por el trabajo realizado el año anterior.
Muchos directivos en la parte superior de la cadena jerárquica, justo después de los socios del banco, cobrarán hasta finales de enero y luego se beneficiarán de otros tres meses de vacaciones, según fuentes bien informadas al respecto, citadas por el diario británico.
Los perfiles más júnior recibirán dos meses de compensación. Los líderes de varios de los equipos del banco describieron el proceso como «horrible» y «brutal», ya que los empleados se presentaron a trabajar sin tener idea de que serían despedidos el mismo día.
En un comunicado difundido este miércoles, Goldman subrayó que es «un momento difícil» y añadió que está «agradecida por la contribución» de sus exempleados, asegurando además que estaba apoyando a los empleados «para facilitar esta transición».
“Ahora nuestro desafío es preparar a la empresa para las próximas oportunidades ante un entorno macroeconómico difícil”, concluye la nota.
Tras aumentar su plantilla en torno a un 30% desde 2019, la inflación así como la perspectiva de una recesión han obligado al banco a llevar a cabo una oleada de despidos, al igual que sus homólogos del sector bancario.
El banco de inversión dirigido por David Solomon tiene la intención de eliminar hasta 3.200 puestos de trabajo, o alrededor del 6,5% de la fuerza laboral del banco de inversión de 49.000 trabajadores, según muestran las cifras publicadas la semana pasada por el FT y Bloomberg.
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