«A Pale Blue Dot», el retrato familiar que recuerda nuestra fragilidad

«A Pale Blue Dot», el retrato familiar que recuerda nuestra fragilidad

A una distancia de 6.000 millones de kilómetros de la estrella de la que se separó hace 13 años, la sonda espacial recibió un encargo desde casa: apuntar la distancia focal de alta resolución de la cámara a la parte trasera del dispositivo y capturar una imagen definitiva y completa. imagen del planeta madre. El resultado: un punto muy pequeño, menos de un píxel en un universo de 640.000 píxeles que pulula la foto, captada en un rayo de sol. Treinta y cuatro minutos después de tomada la foto, el 14 de febrero de 1990, la sonda aceptó la orden de la Tierra, apagó las cámaras y prosiguió su viaje, a 64.000 kilómetros por hora, hacia los límites del sistema solar.

El párrafo anterior podría configurar el epílogo de una novela de ciencia ficción, en una última y nostálgica despedida del planeta de origen. El hecho ocurrió el 14 de febrero de 1990, cuando la sonda espacial estadounidense Voyager 1 reclamó el título del objeto humano más distante del planeta Tierra. Una década antes había culminado la aproximación y estudio del planeta Saturno, para continuar el viaje, que aún prosigue en 2022, 45 años después, hacia el espacio interestelar.

Written By
More from Celio Aragon
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *