La severa sequía que afectó a la Región Metropolitana de Curitiba incrementó la demanda por la construcción de pozos artesianos y la demanda por los servicios de análisis de la calidad del agua, que realiza el Instituto Tecnológico de Paraná (Tecpar). La caracterización hidroquímica de las aguas subterráneas es un procedimiento obligatorio para cualquier persona que desee construir pozos artesianos.
En Paraná, todos los pozos perforados deben ser regularizados con el Instituto Água e Terra (IAT) – que monitorea el uso de los recursos hídricos en el Estado – y seguir las normas y requisitos legales. Tecpar cuenta con el Certificado de Registro de Laboratorios de Ensayos Ambientales (CCL) y está autorizado por el IAT para evaluar la calidad y potabilidad de las aguas subterráneas.
Según el director-presidente de Tecpar, Jorge Callado, el análisis asegura que el recurso llegue al consumidor libre de contaminación que pueda presentar riesgos para la salud. “La estructura de laboratorio y el equipo multidisciplinario de Tecpar nos permiten brindar este servicio con precisión y eficiencia a empresas, condominios y particulares, priorizando la salud pública de acuerdo con la legislación vigente”, dice Jorge Callado.
EFICIENCIA – Tecpar cuenta con la acreditación de la Coordinación General de Acreditación de Inmetro para la realización de ensayos por cromatografía iónica, técnica que permite una mayor flexibilidad en la evaluación del cumplimiento del agua para numerosas aplicaciones. Rápida y eficaz, la técnica permite identificar la cantidad de cationes y aniones, como calcio, magnesio, sulfato, fluoruro, nitrato y otros iones presentes en el agua.
Además, los laboratorios del instituto son reconocidos por sus habilidades con pruebas registradas en el Ministerio de Agricultura, Abastecimiento y Ganadería, calificado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y la Red Brasileña de Laboratorios Analíticos.
IMPORTANCIA – El agua destinada al consumo humano debe cumplir unos requisitos de calidad para que no se vuelva tóxica o no apta para el consumo. Debe estar libre de sustancias químicas nocivas para la salud y ser estéticamente agradable (baja turbidez, color, sabor y olor).
El gerente del Centro Tecnológico de Salud y Medio Ambiente de Tecpar, Daniele Adão, explica que sin un análisis adecuado, los consumidores pueden estar expuestos a enfermedades graves, como hepatitis, diarrea, disentería, cólera, tifoidea y otras.
“El agua sufre cambios en su calidad hasta que llega a la superficie. Eventualmente, el agua subterránea puede estar expuesta a la contaminación por productos químicos o biológicos que pueden causar serios riesgos para la salud. La recomendación es que el usuario sólo utilice el agua del pozo después de estar seguro de que es apta para el consumo, lo que sólo un laboratorio es capaz de analizar ”, dice el gerente.
La calidad del agua en los pozos artesianos varía mucho. Además de los parámetros químicos, como magnesio, calcio, cloruro, hierro, nitrato, entre otros, también existen los microbiológicos, como los coliformes fecales. “La evaluación garantiza al usuario el conocimiento de los componentes físico-químicos del agua y la identificación de una posible contaminación”, dice Daniele.
AUTORIZACIÓN – Según el IAT, antes de perforar el pozo es necesario obtener un consentimiento previo (autorización). El pozo artesiano debe ser perforado por máquinas y empresas especializadas.
Después de la perforación, el usuario tiene 60 días para solicitar su derecho de uso del recurso hídrico. Para proceder con el proceso de Otorgamiento del Derecho de Uso, es necesario presentar el informe de la caracterización hidroquímica de las aguas subterráneas, el cual debe ser realizado por un laboratorio de referencia, pagado por el solicitante, de acuerdo con la Resolución No. 100 / 2017 del Consejo Estatal de Medio Ambiente (Cema).
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