Principal regulador climático del planeta, por su capacidad de absorber una cuarta parte de los gases de efecto invernadero (GEI) globales, el océano registró las temperaturas superficiales más altas en 2023. Las consecuencias de este proceso implican el aumento del nivel del mar y la acidificación del agua, entre otros aspectos biofísicos e impactos socioeconómicos. Los datos están en el informe de la UNESCO sobre el estado de los océanos publicado a principios de semana (3).
En las últimas dos décadas, el ritmo de calentamiento de la superficie del océano, que se estima hasta 2 mil metros de profundidad, se ha duplicado. En comparación con los niveles preindustriales, las temperaturas han aumentado una media de 1,45°C. Sin embargo, en las regiones del Mediterráneo, Atlántico Tropical y Sur, el aumento fue superior a 2°C.
“Sólo en 2023 y 2024 la temperatura aumentó de 20,8°C a 21,2°C, es decir, en solo un año tuvimos el mismo aumento de temperatura que en los últimos diez años y, en total, tenemos 0,7°C 0,8 °C más en una década”, analiza el investigador de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), Ronaldo Christofoletti. Único brasileño del grupo de autores del informe, el investigador compara la situación con el aumento de la temperatura del cuerpo humano y clasifica que el océano está en estado febril.
El mes pasado, según el servicio meteorológico europeo, la temperatura media de la superficie del mar entre las latitudes 60°S-60°N (que delimitan los océanos Ártico y Antártico) fue de 20,93°C. Además de ser el récord más alto del mes, mayo fue el decimocuarto mes consecutivo de calentamiento de la superficie del mar. Anteriormente, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya había destacado la preocupación por las olas de calor marinas.
La expectativa señalada en el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) es que este calentamiento continuará y podría provocar cambios irreversibles.
Según el informe, si el calentamiento de la superficie no fuera suficiente, los controles realizados desde 2005 indican que la temperatura del agua en las profundidades del océano también está aumentando.
El calentamiento de las temperaturas del océano es responsable del 40% del aumento global del nivel del mar. El agua se expande a medida que se calienta. El océano ha absorbido el 90% del exceso de calor. El 60% restante se debe al derretimiento de los glaciares de montaña y las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia. El nivel del mar ha aumentado 9 cm en 30 años.
Entre el 25 y el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas principalmente por la quema de combustibles fósiles son absorbidas por el océano. La interacción del CO2 con el agua de mar cambia la química de los carbonatos y provoca la acidificación.
Importancia del conocimiento científico para las políticas públicas – Según el analista senior de políticas e indicadores de ciencia y tecnología del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), Roberto de Pinho, que formó parte del comité asesor que organizó el informe, el documento no destaca sino recuerda la centralidad y la importancia del conocimiento científico para abordar los diversos desafíos que enfrentan el océano, la tierra y la humanidad. Según Pinho, el escenario presentado impone un sentido de urgencia para incrementar los esfuerzos en investigación y desarrollo, en ciencia, tecnología e innovación. “También nos instan a transformar estos esfuerzos para que se realicen de la mano de todos, de manera simultánea y en sintonía con el diseño e implementación de políticas y acciones públicas que permeen a toda la sociedad para enfrentar los desafíos que ya están ahí”, dijo Pinho.
Acceda al informe de la UNESCO sobre la Estado global del océano 2024.
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