martes, octubre 1, 2024
Ciencia¿Cómo separar el debate científico del sensacionalismo?

¿Cómo separar el debate científico del sensacionalismo?

Hace unas semanas comentaba aquí el posible descubrimiento de un agujero negro que habría sido expulsado de su galaxia anfitriona. Fue un caso interesante, con un enorme rastro de casi 200.000 años luz dejado por el objeto.

Ahora, el trabajo dirigido por Jorge Sánchez Almeida del Instituto de Astrofísica de Canarias en España ofrece una explicación diferente. Lo que se había descrito como el rastro de un agujero negro sería simplemente una galaxia muy delgada, vista de perfil.

Con datos más profundos que el trabajo original, el equipo de Sánchez Almeida demostró que el gas ionizado detectado tiene claras características de rotación, exactamente como veríamos en una galaxia como la Vía Láctea si la observáramos de perfil: un lado se aleja del nosotros mientras el otro se acerca.

La comparación con otra galaxia ya conocida, IC 5249, es convincente: los dos objetos son muy similares y la explicación tiene mucho sentido. La estela no sería una estela, sino simplemente otra galaxia.

Y ahora, ¿cómo decidir quién tiene razón?

No lo sabemos todavía. Creo que vendrán más datos y más trabajo para intentar ofrecer una solución definitiva al problema.

El caso es una oportunidad interesante para discutir cómo los resultados científicos, especialmente los más recientes, no son definitivos. Ambas explicaciones son plausibles, y todavía no hay un veredicto final, con datos categóricos capaces de excluir una de las explicaciones.

La ciencia está llena de casos similares, y el debate es saludable. Es la esencia misma del método científico: formular hipótesis y contrastarlas, confirmarlas o descartarlas según experimentos —o en el caso de la astronomía, según observaciones con telescopios—.

Sin embargo, en la búsqueda de clics, veo cada vez más en la prensa y las redes sociales un exagerado sensacionalismo, que busca transformar resultados inesperados en un gran misterio fundamental de la ciencia, como si “todo lo que sabemos está mal”.

El ejemplo más reciente es la avalancha de nuevos resultados del telescopio espacial James Webb.

Este observatorio está encontrando muchas galaxias grandes y maduras a grandes distancias, es decir, cuando el universo era muy joven.

Es realmente un resultado inesperado, después de todo, nuestros modelos predicen galaxias pequeñas y jóvenes en ese momento, considerando que no habría suficiente tiempo para que crezcan tanto.

Las explicaciones para esto varían.

  • Es posible que tengamos que repensar nuestros modelos de formación de galaxias, para tener en cuenta que pueden haber crecido de manera diferente en los primeros mil millones de años del universo.
  • También puede ser que todo sea fruto de un error de calibración, ya que el telescopio es nuevo y aún está, en cierta medida, en fase de pruebas.

De cualquier manera, lo que no podemos decir es que esto cuestione el modelo del Big Bangcomo vi en varios canales de noticias.

¿Podría ser una posible explicación? Sí, lo sería, pero eso generaría problemas con muchos otros resultados y modelos construidos durante los últimos 100 años.

Así, el sensacionalismo choca con la comprensión establecida y el propio método científico.

Peor aún, al cuestionar ligeramente los modelos clásicos, estamos abriendo la puerta a un cuestionamiento más fundamental de los científicos en todos los campos, proporcionando una base artificial para los argumentos contra la vacunación, por ejemplo.

Ya no es un debate o divulgación científica, es un movimiento clickbait que aprovecha la ciencia para sus propios fines.

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