Por Aristóteles Drummond
Mientras los capitalistas brasileños son cautelosos con las nuevas inversiones, preocupados por el ambiente hostil para los emprendedores por parte del gobierno de Lula, los mercados internacionales entienden que las perspectivas son positivas. Brasil realmente está pasando por un buen momento, pero después de cuatro años de austeridad en las finanzas del gobierno anterior, con sólidas reservas de divisas. Pero el gasto público anunciado, la inseguridad jurídica, el aumento de la presión fiscal, el aumento de la deuda pública y la presión sindical, a los ojos de los brasileños, están perjudicando el entorno de ganancias. El momento, como dice el dicho popular, sería como el “vuelo de las gallinas”. No se conocen planes de creación de empleo a través de inversión privada, pero el aumento en la zona de resguardos indígenas, cuotas de minorías raciales y de género, leyes laborales vinculantes para el empleador están en los discursos de ministros y del propio presidente. El nivel de preparación de los miembros del gobierno en las empresas públicas también contribuye al clima de desconfianza, generalmente denominado por razones políticas e ideológicas. Una combinación difícil de armar.
VARIEDADES
• El presidente Lula insiste en colocar a Argentina en los BRICS y así poder beneficiarse de un préstamo del banco que preside Dilma Rousseff. Y también integrar a Venezuela al Mercosur. En este caso, la Unión Europea, que no reconoce a Venezuela como una democracia, no implementará el acuerdo. Lula, de hecho, no quiere el acuerdo sin Venezuela y por eso veta la presencia de empresas europeas en las licitaciones públicas de ingeniería en los países del Mercosur. Uruguay, el fundador del grupo, planea dejar la organización si Venezuela es admitida. El presidente uruguayo, Lacalle Pou, llegó a declarar que Venezuela no está en el sur y no es una democracia.
• El bloque del centro en el parlamento ganará posiciones en el gobierno de Lula. El apoyo, según el alcalde, diputado Arthur Lira, no incluye el apoyo a proyectos de carácter ideológico.
• El sector inmobiliario burgués en Río, en particular en Copacabana, está repuntando. Las ventas de este año ya superan las de 2022.
• Se inaugura en São Paulo un club con hotel, piscinas, canchas de tenis, baloncesto, golf, gimnasio, restaurantes, área infantil y salones para eventos sociales, basado en el antiguo hotel Transamérica, en un terreno de más de cien mil metros cuadrados . Cien mil euros cada uno.
• La policía de Río y São Paulo se ha enfrentado con grupos del crimen organizado y más de 30 personas han muerto en los enfrentamientos Bandidos fuertemente armados han matado a decenas de policías en las últimas semanas. Los políticos de izquierda argumentan que a los criminales se les combate con inteligencia y quieren saber qué causó tantas muertes.
• Reanudación de las obras del hotel Sofitel en Ipanema, Rio, otro hotel cinco estrellas de la ciudad. El grupo francés prevé duplicar sus hoteles en Brasil en los próximos dos años, pasando de 76 a 150 unidades de Ibis a Sofitel.
• Petrobras abandona los precios internacionales de los combustibles y vende gasolina 20% por debajo del promedio mundial. Y cambia la política de dividendos. Los importadores privados fueron tomados por sorpresa y Brasil importa mucha gasolina y diesel, ya que no tiene capacidad de refinación para el consumo. Las ganancias ya se han desplomado en los primeros seis meses de Lula.
Río de Janeiro, agosto de 2023
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