“Ayer se contabilizaron un total de 29 bolsas” de restos, dijo en conferencia de prensa el fiscal del estado de Jalisco, Joaquín Méndez.
Los restos fueron exhumados por peritos forenses siguiendo los consejos de los propios ciudadanos que buscan a familiares desaparecidos en Jalisco, la región de México con mayor número de casos de personas cuyo paradero se desconoce.
El hallazgo tuvo lugar la noche del domingo (28) en la localidad de Zapopan, que forma parte del área metropolitana de la ciudad de Guadalajara, capital de Jalisco. En este municipio se han registrado varios descubrimientos similares en los últimos años.
Los restos fueron parcialmente enterrados en un inmueble abandonado, desde donde fueron trasladados a una morgue para trabajos de identificación.
El fiscal explicó que aún no era posible determinar el número exacto de cadáveres.
“Trabajaremos con expertos en lo que sea necesario para intentar primero identificar el número de víctimas y luego saber quiénes son”, afirmó.
Méndez agregó que los peritos seguirán trabajando en el sitio hasta estar seguros de que no quedan más restos.
Con más de 15.000 personas desaparecidas, de un total nacional de 115.000, Jalisco es el estado más afectado por este problema, seguido de Tamaulipas (norte) y el Estado de México (centro), según cifras oficiales.
En Jalisco, las autoridades y los equipos de búsqueda suelen descubrir fosas ilegales, a veces junto a crematorios improvisados.
El fenómeno se atribuye principalmente al narcotráfico, ya que en este estado opera uno de los cárteles más violentos del país, Jalisco Nova Geração.
Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó una controvertida ofensiva militar antidrogas, se han registrado más de 450.000 asesinatos, según estadísticas oficiales.
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