El primer semestre de este año no ha estado exento de turbulencias y todo indica que la segunda parte del año también estará marcada por la incertidumbre.
Dada la situación que enfrentan los mercados financieros en la segunda mitad de 2023, es posible que deban ajustar sus expectativas en sectores clave.
Es posible que los bancos centrales necesiten aumentar aún más las tasas antes de volver a niveles más bajos de política monetaria.
Se dará un papel importante a las empresas con poder de fijación de precios y capacidad de respuesta.
El crecimiento mundial seguirá desacelerándose y alcanzará su punto más bajo en la segunda mitad de 2023.
Es más probable que se produzca una recuperación gradual en el primer semestre de 2024.
La situación económica mundial estará marcada por una continua desaceleración del crecimiento. El crecimiento del PIB mundial podría rondar el 2,0%, presionado por el deterioro de la actividad económica previsto para los próximos meses en Estados Unidos, en la zona euro, con riesgo de recesión en Alemania. Los aumentos de tipos ofrecen la posibilidad de ampliar la duración de la deuda pública. La desaceleración de la inflación será gradual y, de aquí a 2024, las perspectivas de mejora sólo revelan oportunidades en esa fecha.
La resiliencia de las economías y la persistencia de la inflación no permitirán a los bancos centrales cambiar de rumbo en la segunda mitad de 2023.
Se espera un segundo semestre de 2023 en la economía internacional con una situación desigual para los distintos sectores: petróleo, materiales y salud dibujan un panorama de crecimiento más moderado, frente al fuerte crecimiento esperado para tecnología y comunicaciones.
También hay diferentes desempeños en términos de competitividad de los países, como se muestra en la siguiente tabla.
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