Estados Unidos ha deportado a más de 145.000 migrantes que llegaron a la frontera con México en los últimos tres meses, dijo el viernes un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Desde el 12 de mayo, cuando comenzaron a regir las nuevas reglas impuestas por el gobierno de Joe Biden, las autoridades migratorias han deportado a cientos de miles de personas que cruzaron la frontera de manera irregular y que no cumplían con las nuevas condiciones para solicitar asilo.
El vocero del DHS, Luis Miranda, dijo en conferencia de prensa que Estados Unidos continúa «imponiendo consecuencias a quienes no tienen base legal» por permanecer en el país.
Las nuevas reglas no detienen a los inmigrantes
Las nuevas reglas dificultan que cualquier persona que viaje por tierra a la frontera mexicana busque asilo en Estados Unidos a menos que haga una cita a través de una aplicación móvil o se le niegue la protección en un tercer país.
A pesar de estas restricciones, la cantidad de migrantes que intentan cruzar la frontera sur ha aumentado en el último mes, dijo el DHS.
Luis Miranda señaló que este aumento se debió en parte a un “aumento en el número de familias, especialmente de países como Guatemala”, que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
“Todos los días vemos que más o menos la mitad de las personas que llegan son familias”, dijo el vocero, quien no proporcionó, sin embargo, datos específicos sobre el número de personas detenidas por las autoridades de inmigración.
The Washington Post informó a principios de este mes que más de 130.000 personas habían sido arrestadas en la frontera con México, según datos del DHS que aún no se han publicado.
Las cifras representan un aumento de más del 30% desde junio, cuando se registraron 99.545 detenciones.
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