La institución multilateral celebrará la 12a Conferencia Ministerial en Ginebra, Suiza, la próxima semana, la primera desde 2017, ya que la cumbre programada para 2020 fue cancelada debido a la pandemia.
Para Dombrovskis, los ministros tendrán el futuro del comercio mundial en sus manos en la reunión. «Tienen una oportunidad de oro para dar nueva vida a la Organización Mundial del Comercio», dijo.
En el texto, el político señala que el éxito de la reunión podría acelerar la recuperación de la economía global y los esfuerzos contra el cambio climático, mientras que el fracaso conduciría a una erosión de la confianza entre los miembros y una posible fragmentación del sistema comercial.
Dombrovskis añade que solo en la Unión Europea (UE), el comercio internacional garantiza 38 millones de puestos de trabajo, 11 millones más que hace diez años, lo que da fe del éxito de la OMC.
Sin embargo, en su opinión, el reglamento de la entidad está desactualizado. «Su capacidad para arbitrar disputas comerciales se ha estancado y está desconectada de imperativos actuales como la acción sobre el cambio climático y la expansión del comercio digital», dice.
El Vicepresidente Ejecutivo destacó que la Conferencia Ministerial puede desencadenar un proceso duradero de reforma dentro de la Organización. Entre los cambios necesarios, cita el progreso ambiental, como un acuerdo para proteger los océanos y las pesquerías. “Específicamente, los ministros pueden acordar eliminar los subsidios dañinos que han llevado a la pesca ilegal y la sobrepesca”, dijo.
El político también pide compromisos de la comunidad internacional que aseguren la apertura de las cadenas de suministro de vacunas para inmunizar a toda la población mundial contra el coronavirus. «Por eso la UE se compromete a ayudar a mejorar las capacidades de producción regionales, especialmente en África», explica.
Otros temas importantes sobre la mesa son las normas de propiedad intelectual y un acuerdo para regular los servicios, enfatiza Dombrovskis. Según él, la UE está lista para avanzar.
«No hacerlo representaría un descuido sin escrúpulos de nuestros ciudadanos, nuestros trabajadores y las esperanzas de una recuperación mundial verdaderamente duradera», concluye.
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