El Catalangate, un caso de espionaje a separatistas catalanes entre 2017 y 2020 denunciado por el grupo de análisis de ciberseguridad Citizen Lab, de la Universidad de Toronto (Canadá), ha adquirido una dimensión política insólita. La presión de los interesados pone en peligro al legislador. El actual jefe de la región, Pere Aragonès, quiere dar responsabilidades directas a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que supervisa los servicios de inteligencia. El primer ministro suspendió en el último momento un viaje que le habría llevado, ayer y hoy, a Moldavia y Polonia.
¿Quién fue espiado y cómo se descubrió este caso?
Según las investigaciones de Citizen Lab, publicadas por el semanario «The New Yorker» y el diario «El País», 63 políticos separatistas catalanes, entre ellos los cuatro últimos presidentes de la región (Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès) , políticos, abogados, periodistas y sus familias fueron monitoreados entre 2017 y 2020 mediante el software Pegasus, creado en Israel por la empresa NSO. Este costoso sistema (teóricamente solo disponible para gobiernos e instituciones públicas) infecta los teléfonos móviles objetivo sin su conocimiento y los convierte (incluidos micrófonos y cámaras) en medios para proporcionar todo tipo de información. El supuesto espionaje se produjo en pleno proceso independentista de 2017, que derivó en un referéndum ilegal y la proclamación unilateral (posteriormente suspendida) de la independencia.
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