El gobierno de Estados Unidos ha ordenado a la NASA que desarrolle una zona horaria estándar para la Luna, donde el tiempo pasa ligeramente más rápido que en la Tierra, según un memorando de la Casa Blanca conocido hoy.
Como ocurrió cuando el meridiano de Greenwich se estableció como referencia global para los husos horarios de la Tierra, la tarea encomendada esta semana a la agencia espacial norteamericana llega en un momento en que la competencia internacional en la exploración espacial se está intensificando.
La nota revela la intención de la administración de Joe Biden de desarrollar, para diciembre de 2026, «una estandarización del tiempo celeste con un enfoque inicial en la superficie lunar». Este estándar se conocerá como Lunar Time Cooperative (LTC).
En la Tierra, los husos horarios marcan el paso de las horas desde el meridiano de Greenwich, donde se encuentra el Observatorio Real de Greenwich, cerca de Londres.
Este sistema, utilizado en todo el planeta, se conoce como GMT (“Green Which Mean Time”) o UTC (“Universal Time Coended”) y su meridiano cero es el que pasa a 102 metros al este de Greenwich.
El meridiano cero de la Luna está situado en el centro de la cara visible desde la Tierra del satélite natural y pasa cerca del cráter Bruce.
La Luna tiene una masa que es aproximadamente el 1,2% de la masa de la Tierra, es decir, el planeta pesa 81 veces más que su satélite y, debido a esta diferencia, el tiempo pasa en promedio 58,7 milisegundos más rápido en la Luna que en Tierra. .
Esto, según el memorando de la Casa Blanca, hace necesario establecer un estándar de tiempo útil para la exploración de la Luna y otros cuerpos celestes donde los relojes funcionarán a un ritmo diferente al de la Tierra.
El modelo lunar se utilizará para sincronizar comunicaciones, reuniones y acoplamientos de naves espaciales, así como descensos y salidas sobre superficies extraterrestres.
La adopción del meridiano de Greenwich como línea de partida del sistema horario en la Tierra, implementada en una conferencia internacional en 1884, se produjo después de décadas de discusiones entre países que competían por la primacía en los asuntos mundiales.
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