¿Existe un ambiente de estudio perfecto? Según la ciencia, ¡sí!

Maximizar el aprendizaje: cómo influye el ciclo circadiano en la productividad del estudio

Estudiar puede ser una tarea desafiante, pero con el entorno adecuado es posible optimizar el aprendizaje y aumentar la productividad. Según el profesor y biólogo Paulo Jubilut, fundador de la plataforma educativa Aprova Total, comprender el ciclo circadiano y sus implicaciones es fundamental para crear un ambiente de estudio ideal.

“El ciclo circadiano, responsable de regular las funciones fisiológicas del cuerpo en función de la luz y la oscuridad, desempeña un papel crucial a la hora de determinar el momento más adecuado para estudiar”, explica el profesor Jubilut. Contrariamente a algunos mitos, Jubilut destaca que, a lo largo de la historia evolutiva, fuimos programados naturalmente para estar activos durante el día y dormir por la noche.

Jubilut divide el plan de estudios ideal en tres fases:

Fase 1 – Hasta 8 horas después de despertar:

Durante este período, el cuerpo está en alerta máxima, produciendo altos niveles de dopamina, adrenalina y cortisol. Es el momento ideal para abordar los temas más difíciles. Para potenciar el rendimiento se recomienda exponerse a la luz solar de 10 a 25 minutos y mantenerse hidratado, priorizando el agua sobre el café. Un ambiente bien iluminado, cercano a la ventana y con una buena fuente de luz, es fundamental para mantener el estado de alerta.

Fase 2 – Entre 9 y 16 horas después de despertar:

Durante este período, las hormonas de alerta comienzan a disminuir, preparando al cuerpo para el descanso. Es fundamental adaptar el entorno de estudio, reduciendo la iluminación y evitando la exposición a la luz azul de las pantallas, que interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Esta fase es ideal para actividades que requieren creatividad, como escribir ensayos.

Fase 3 – 17 horas después de despertar:

Para quienes necesitan estudiar hasta altas horas de la madrugada, es importante ser conscientes de los efectos negativos, como el “jet lag” y la dificultad para recuperarse rápidamente. Si es necesario, mantener el ambiente bien iluminado y mantenerse hidratado puede ayudar a combatir la somnolencia.

Además de estas fases, es importante cuidar la postura corporal, organizar el ambiente de estudio para minimizar las distracciones y elegir el espacio adecuado, teniendo en cuenta el tamaño del ambiente y su influencia en la creatividad y la concentración.