Un glifo que representa un día llamado «Siete Venados» inscrito sobre fragmentos de un mural que data del siglo III a. C. y encontrado dentro de las ruinas de una pirámide en Guatemala marca el uso más antiguo conocido del calendario maya, uno de los más famosos de la cultura. logros de la antigüedad.
Los fragmentos fueron encontrados en el sitio arqueológico San Bartolo, en la selva del norte de Guatemala. El sitio se hizo famoso con el descubrimiento en 2001 de una cámara subterránea que contiene murales coloridos y complejos que datan de alrededor del año 100 a. C. y representan ceremonias mayas y escenas mitológicas, dijeron investigadores el miércoles.
Los fragmentos con el glifo «Siete Venados» fueron descubiertos dentro de la misma pirámide de Las Pinturas donde se encontraron los murales aún intactos de un período posterior. Como fue el caso con esta estructura, los mayas a menudo construyeron templos de dimensiones modestas y luego erigieron versiones cada vez más grandes sobre versiones anteriores. La pirámide de Las Pinturas llegó a alcanzar unos cien metros de altura.
El glifo de «Siete ciervos», uno de los 260 días con nombre del calendario maya, encontrado en los fragmentos del mural, consistía en el número 7 dibujado en escritura maya antigua sobre el contorno de la cabeza de un ciervo.
David Stuart, profesor de arte y escritura mesoamericanos en la Universidad de Texas y autor principal de una investigación publicada en la revista. ciencia avancesdescribió los fragmentos como «dos pequeños pedazos de yeso blanco que cabían en la mano y que en el pasado estaban fijados a un muro de piedra».
“El muro fue destruido intencionalmente por los antiguos mayas cuando estaban reconstruyendo sus espacios ceremoniales, y terminó convirtiéndose en una pirámide. Las dos piezas encajan y tienen una escritura pintada en negro que comienza con la fecha ‘Siete ciervos’. El resto es difícil de leer.”
«Las pinturas de esta fase están muy fragmentadas, a diferencia de la cámara posterior más famosa», dijo Stuart.
Hasta ahora la notación más definitiva del calendario maya databa del siglo I a.C.
Con el apoyo de las observaciones de los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, el calendario se basó en el ciclo ritual de 260 días con nombre. El calendario de 260 días, llamado calendario Tzolk’in, era uno de varios sistemas mayas interconectados de cómputo del tiempo, que también incluía un año solar de 365 días y un sistema más grande llamado «cuenta larga» y un sistema lunar.
El calendario fue uno de los grandes logros de una cultura que también desarrolló un sistema de escritura compuesto por 800 glifos, de los cuales los ejemplos más antiguos provienen también del sitio de San Bartolo. Los mayas construyeron templos, pirámides, palacios y observatorios y practicaron una agricultura sofisticada sin utilizar herramientas de metal ni la rueda.
San Bartolo fue un centro regional durante el período maya preclásico, entre el 400 a. C. y el 250 d. C. Esta era sentó las bases para el florecimiento de la cultura maya durante el período clásico posterior, conocido por ciudades que incluyeron Tikal en Guatemala, Palenque en México , y Copán, en Honduras.
Cerca de 7.000 fragmentos de murales —algunos del tamaño de una uña, otros de hasta 20 cm por 40 cm— fueron encontrados en San Bartolo, lo que corresponde a un «rompecabezas gigante», según el profesor de antropología del Skidmore College de Nueva York. , Heather Hurst, coautora del estudio.
Los «Siete Venados» y otras anotaciones vistas en 11 fragmentos del mural de San Bartolo examinados en el estudio apuntan a la existencia de convenciones artísticas y de escritura maduras en la región en ese momento, lo que sugiere que el calendario debe haber estado en uso durante muchos años. .
«Es probable que se encuentren otros ejemplos, posiblemente incluso anteriores a este, en otros sitios», dijo Hurst.
“La tradición de escritura representada en estos 11 fragmentos es diversa, expresiva. La tecnología de preparación de la tinta y la fluidez caligráfica de los escribas son impresionantes. Es una tradición de escritura y arte bien establecida”, agregó.
Algunas comunidades mayas todavía usan el calendario antiguo en la actualidad.
“Este sistema de calendario ha durado por lo menos 2200 años, mantenido por los mayas a través de tiempos de increíble transformación, tensión y tragedia”, comentó Stuart.
Traducción de Clara Allain
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