Las excavaciones realizadas en el patio trasero de una casa en la tranquila ciudad de Pombal, en el centro de Portugal, pueden haber revelado uno de los fósiles de dinosaurios más grandes jamás encontrados en Europa.
Un equipo de paleontólogos portugueses y españoles ha recuperado parte de un esqueleto excepcionalmente grande de un saurópodo: un herbívoro gigante conocido por tener un cuello y una cola muy largos.
“Toda la costilla era muy masiva. Empezamos a excavar y la costilla seguía y seguía, la longitud realmente no dejaba de aumentar”, explica la paleontóloga Elisabete Malafaia, investigadora del Instituto Dom Luís, de la Universidad de Lisboa.
«En un momento supimos que la costilla dorsal más larga conocida hasta ahora rondaba los 2,70 metros, y ya la habíamos superado. Seguimos excavando y la más grande que encontramos tiene unos tres metros de largo», completa.
Según los investigadores involucrados en el trabajo, el fósil fue localizado en buenas condiciones de conservación, manteniendo aún la posición anatómica original que habría tenido en vida el animal.
«Este modo de preservación es relativamente poco común en el registro fósil de dinosaurios (en particular, saurópodos) del Jurásico Superior portugués», anunció la Universidad de Lisboa en un comunicado.
El material ahora está siendo preparado para ser analizado por científicos. A partir de ahí, se podrá saber si el dinosaurio ya es conocido o si pertenece a una nueva especie.
El proceso de descubrimiento del animal comenzó prácticamente por casualidad, cuando un vecino encontró las huellas de los primeros huesos fosilizados mientras construía en su terreno. El propietario se puso entonces en contacto con la universidad, que ya estaba realizando trabajos en la región.
Las excavaciones se han llevado a cabo de forma gradual desde 2017. La etapa más reciente, que identificó las enormes costillas, tuvo lugar a principios de agosto.
Debido a la disposición del material y su conservación, los científicos creen que aún quedan otras partes del esqueleto por recuperar. Por lo tanto, se llevarán a cabo más campañas de exploración en el terreno. El próximo está previsto para la primavera o el verano de 2023.
Los científicos ya identificaron que el fósil de este portugués prehistórico -que habitó la región hace unos 150 millones de años- forma parte del grupo de los braquiosáuridos, que incluye especies como el Lusotitan atalaiensisque también vivía en Portugal.
Con unos 12 metros de altura, posiblemente llegando a más de 20 metros de largo, este titán lusitano vivió en Lourinhã, una de las áreas de exploración paleontológica más famosas del país. La región ahora alberga un gran parque temático completamente dedicado a los dinosaurios.
“Portugal es conocido por su abundante registro fósil de dinosaurios del Jurásico Superior, especialmente en la costa, como en Lourinhã, Torres Vedras y Caldas da Rainha”, dice la paleontóloga Elisabete Malafaia.
Según el científico, el reciente descubrimiento del megadinosaurio sirve para resaltar la importancia del patrimonio de la región, que, en los últimos años, ya ha revelado otros yacimientos de interés.
El investigador también señala que, a pesar de la gran cantidad de fósiles de dinosaurios identificados en Portugal, no hay evidencia de que el país tuviera una población particularmente grande de estos animales. Lo que marcaría la diferencia, en el caso portugués, son las condiciones que favorecen la conservación de estos vestigios.
«El tipo de rocas que tenemos aflorando ahora en Portugal favorece la conservación», dice.
“En la estructura que llamamos cuenca lusitana, tenemos un conjunto de rocas sedimentarias que permiten conservar fósiles de ese período, sobre todo del Jurásico Superior, pero de toda la era Mezozoica”, completa el paleontólogo.
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