El ciclón Beryl, convertido el viernes (5) en tormenta tropical, ingresó al Golfo de México en dirección a Texas, después de azotar como huracán la región turística de la Riviera Maya, en el sur de México, donde sólo causó daños materiales, informaron las autoridades.
Beryl se encuentra a 995 kilómetros de Corpus Christi, en el estado estadounidense de Texas, donde se espera que llegue el domingo (7).
También registra vientos máximos sostenidos de 95 km/h, según el último informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El ciclón tocó tierra en México en la madrugada del viernes como huracán categoría 2, con vientos sostenidos de 175 km/h, provocando caída de árboles, postes y daños en techos de edificios, además de cortes de energía eléctrica en al menos tres municipios. en el estado de Quintana Roo (sureste), según Defensa Civil.
“Al parecer no hay pérdida de vidas humanas, lo más importante para nosotros es que nadie resulte afectado”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su habitual conferencia matutina.
Horas más tarde, las autoridades confirmaron que no había habido heridos ni muertos, y que no se habían producido daños en las carreteras ni en el sistema de agua.
El suministro eléctrico se ha restablecido al 70% y su restablecimiento total debería ocurrir el domingo, informó la titular nacional de Defensa Civil, Laura Velázquez.
Los aeropuertos de Cancún, Tulum y Cozumel, a donde llegan cada año millones de turistas para disfrutar de las playas de esta región caribeña, no han visto afectadas sus infraestructuras, explicó Velázquez.
La gobernadora de Quintana Roo, María Lezama, confirmó que desde las 14:00 horas se normalizó la operación de la terminal de Cancún en Brasilia, así como el resto de las actividades en el estado.
Anteriormente, en este aeropuerto, el más grande del Caribe mexicano, se habían cancelado preventivamente 348 vuelos programados entre el jueves y el sábado.
Lezama comentó que, según expertos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la razón del limitado impacto del ciclón Beryl es que su núcleo llegó a la costa «desintegrado», lo que redujo la agresividad de los vientos.
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Volver a la normalidad
En el centro de Tulum, muy cerca de la zona del impacto, el ejército mexicano instaló un comedor comunitario para las personas que no pudieron regresar a sus hogares debido a las inundaciones y los cortes de carreteras, constató la AFP.
Álvaro Rueda, un trabajador de la construcción de 51 años, dijo que a pesar de la fuerza del viento, su casa, hecha de materiales precarios, no sufrió daños y que la actividad en su barrio comenzaba a normalizarse. «La mayoría de las tiendas ya están abiertas», añadió.
Bomberos y empleados de Protección Civil trabajaron para despejar calles y avenidas bloqueadas por árboles caídos o talar aquellos en peligro de caída. Alrededor de 2.200 personas se instalaron en 58 albergues temporales preparados para la llegada de Beryl, dijo Velázquez.
Más de 25.600 guardias de seguridad y empleados de la empresa nacional de electricidad CFE se encontraban trabajando en la región afectada para ayudar a la población y realizar reparaciones, agregó el funcionario.
De camino a Estados Unidos
No se espera que el ciclón vuelva a impactar territorio mexicano, pues su trayectoria se ha desviado hacia el noreste. Los pronósticos indican que se espera que toque tierra nuevamente como huracán frente a las costas de Texas, Estados Unidos.
Beryl es el primer huracán de la temporada atlántica, que va de junio a noviembre, y ha impresionado a los expertos por la intensidad que ha alcanzado.
Durante su paso por el Caribe provocó al menos siete muertos: tres en Granada, donde el fenómeno tocó tierra el lunes; uno en San Vicente y las Granadinas y tres en Venezuela, según las autoridades locales.
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos lo clasificó como categoría 5 durante parte de su trayectoria, convirtiéndolo en el primer huracán de esta fuerza registrado.
Los científicos creen que el cambio climático, que aumenta la temperatura del agua, favorece estas tormentas y aumenta las posibilidades de una rápida intensificación.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) advirtió en mayo que se esperaba que la temporada de huracanes fuera extraordinaria, con la posibilidad de que se produjeran entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o más.
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