La NASA dijo el jueves (22) que espera anunciar el sábado su decisión sobre si dos astronautas que viajaron a la Estación Espacial Internacional en la problemática nave espacial Starliner de Boeing necesitarán un vehículo SpaceX para regresar a la Tierra.
«La decisión de la NASA sobre si Starliner debe regresar a la Tierra con astronautas a bordo no debería tomarse antes del sábado (24), al concluir la revisión de la agencia», dijo la NASA en un comunicado.
Starliner lanzó a sus dos primeros astronautas en junio en una prueba crucial antes de recibir la aprobación de la NASA para vuelos de rutina. Pero lo que se suponía sería una misión de ocho días acoplada a la Estación Espacial Internacional se prolongó durante meses después de que la cápsula desarrollara fugas y problemas con algunos de sus propulsores.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, participará en el proceso de revisión de la agencia, según el comunicado.
Boeing lleva meses intentando disipar los temores de la NASA sobre problemas con la nave espacial, utilizando nuevos datos que, según la compañía, validan la seguridad de la nave para los astronautas. La NASA analiza los datos y los confronta con su escaso apetito por correr riesgos.
Esta es una de las cuatro misiones Starliner que han sufrido problemas desde 2019. La agencia preparó un plan de contingencia para dejar dos asientos reservados en una misión SpaceX Crew Dragon para que la tripulación de Starliner pudiera utilizarlos.
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El dúo está formado por los veteranos astronautas Butch Wilmore y Suni Williams. Si la NASA decide utilizar el plan de SpaceX, los astronautas no regresarían a casa hasta el final de la misión de la nave espacial en febrero de 2025, y el Starliner intentaría regresar vacío a la Tierra.
Pero si la NASA decide que es seguro para los astronautas, la cápsula los traerá de regreso mucho antes, posiblemente el próximo mes, para despejar el muelle de atraque de la Estación Espacial Internacional para la misión SpaceX.
La decisión de la agencia implica un momento estresante para Boeing, que tuvo problemas para desarrollar el Starliner y compite con Crew Dragon, el rival más experimentado de la compañía, SpaceX. Los documentos muestran que Boeing incurrió en pérdidas por 1.600 millones de dólares debido al programa Starliner.
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