El miércoles, la NASA dio al público un primer vistazo de lo que los científicos encontraron dentro de una cápsula sellada que regresó a la Tierra el mes pasado, transportando una muestra de suelo rico en carbono tomada de la superficie de un asteroide, incluidos minerales arcillosos que contienen agua.
Una pequeña cantidad de material recolectado por la nave espacial OSIRIS-REx hace tres años del asteroide Bennu cercano a la Tierra fue revelado en un auditorio del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, poco más de dos semanas después de que se lanzara en paracaídas al desierto de Utah.
El aterrizaje de la cápsula de retorno puso fin a una misión conjunta de siete años de la agencia espacial estadounidense y la Universidad de Arizona. Fue solo la tercera muestra de asteroide, y con diferencia la más grande, que regresó a la Tierra para su análisis, luego de dos misiones similares de la agencia espacial japonesa que finalizaron en 2010 y 2020.
«Son días como este los que siguen sorprendiéndome», dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson, en el escenario, mientras presentaba en una pantalla la primera imagen del material recuperado de Bennu, un artefacto celeste de unos 4.500 millones de años.
La imagen mostraba un grupo suelto de pequeñas rocas, guijarros y polvo de color carbón que quedaron en el exterior del conjunto de recolección de muestras cuando el suelo del asteroide fue succionado a través de un filtro hacia el contenedor de almacenamiento de la nave espacial.
Los técnicos todavía están desmantelando metódicamente el hardware que rodea el contenedor científico interno, que contiene la mayor parte del espécimen, un proceso que se espera que dure otras dos semanas.
Pero la muestra «adicional» del material desbordado fue examinada inmediatamente con microscopios electrónicos e instrumentos de rayos X, dijo Dante Lauretta, investigador principal de la misión en la Universidad de Arizona.
Lo que los científicos encontraron fue material rico en carbono, casi el 5% en peso de un elemento esencial para toda la vida en la Tierra, así como moléculas de agua atrapadas en la estructura cristalizada de las fibras de arcilla, dijo Lauretta.
Los investigadores también descubrieron minerales de hierro en forma de sulfuros y óxidos de hierro, «que en sí mismos son indicativos de formación en un ambiente rico en agua», dijo Lauretta en una conferencia de prensa.
Daniel Glavin, científico senior de muestras en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, dijo que los primeros análisis encontraron que el material parece estar «cargado de materia orgánica».
Los hallazgos preliminares apuntan a la probabilidad de nuevos descubrimientos que podrían reforzar la hipótesis de que la Tierra primitiva fue sembrada con los ingredientes primordiales para la vida gracias a objetos celestes como cometas, asteroides y meteoritos, que bombardearon el joven planeta.
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