Las bibliotecas grises y silenciosas con libros cerrados en los estantes son cosa del pasado. Ir a la biblioteca escolar es ahora sinónimo de realizar actividades creativas, innovadoras y motivadoras, en un entorno colorido e interactivo. Y casi todas las actividades escolares pasan por la biblioteca, escenario de proyectos de lectura, artes, cine, alfabetización digital, teatro, entre muchos otros.
En el Colegio Efanor, en Matosinhos, la biblioteca cobra vida todos los días para «conservar la magia del libro». “La biblioteca es un espacio fundamental para la alfabetización, para la adquisición de la escritura y la lectura y para fomentar la fascinación por los libros y los hábitos lectores. Por ello, son muy diversas las actividades que confluyen en la biblioteca e involucran las diversas valencias de la escuela y de todos los materias del currículo», explica a la DN, Marisa Carvalho, coordinadora del 1er ciclo.
Marta Novais, maestra de jardín de infantes responsable de preescolar, destaca que las actividades involucran incluso a niños que aún no han adquirido habilidades de escritura. Como ejemplo, agrega que, con motivo del Día de las Bibliotecas Escolares, los educadores organizaron una búsqueda del tesoro con el tema de los cuentos tradicionales donde, luego de superar algunos desafíos, los niños encontrarán el tesoro en la biblioteca: un baúl lleno de libros que los niños podrán elegir y llevar al aula.
“Es una forma creativa de mostrar la magia del libro. La idea siempre es innovar para acercarlos a los libros y fomentar hábitos lectores desde la base”, dice. En la guardería, donde los niños son aún más pequeños, también hay espacio para el universo de los libros. Ana Caio, responsable de esa área, lleva a sus alumnos al “rincón temático” que existe en la biblioteca, un espacio que cambia para marcar diversos eventos. “Ahora tiene temática de Halloween y muchas actividades y, por supuesto, cuentos. A estas edades les gustan mucho los pop-up books o los libros con sonidos. La idea es que tengan contacto con los libros desde pequeños y que disfruten. esos momentos», sostiene el educador.
Y con los niños manejando trabajos desde la guardería, muchos están sufriendo lesiones. Existe, por tanto, en la biblioteca, el «Hospital do Livros» con un botiquín de primeros auxilios. «Son generalmente los alumnos mayores, del 1er ciclo, quienes ayudan a lidiar con las hojas y cubiertas rotas. El objetivo es hacerles comprender la importancia del respeto por los libros y el cuidado que se debe tener», explica Marisa Carvalho.
Los alumnos de 1er ciclo, que ya han adquirido habilidades de escritura y lectura, tienen aún más momentos dedicados al universo de la biblioteca y los libros, compromiso que también va en contra del Plan Nacional de Lectura (PNL). “Aprovechamos el lema lanzado por la Red de Bibliotecas Escolares e implementamos la “Lectura para la paz y la armonía mundial” con lecturas dialogadas de obras con temas de integración para desarrollar la reflexión de los estudiantes. Bibliotecas escolares, un mural donde los estudiantes publican frases sobre libros. Durante todo el año también está el «Salón Biblioteca» (los alumnos eligen libros de la biblioteca y los llevan al aula para leerlos) y «10 minutos para leer» con libros que traen de casa. de la PNL, dice.
La docente también destaca el espacio que ocupan los libros en las salas donde “está en construcción una cortina con tiras que los alumnos construyen por cada obra leída”. “Visualmente tiene un impacto muy grande y permite que los alumnos tengan la percepción del crecimiento de la cortina en el tiempo, sinónimo de su propia evolución como lectores”.
Por la biblioteca de Efanor han pasado actividades que se repiten cada año, como la proyección de cine mudo; noche de biblioteca (los estudiantes vienen en pijamas vestidos y pasan la tarde leyendo); la dramatización de cuentos; lecturas musicales; hora del cuento en portugués, inglés y español; el triatlón literario, entre otros. Las profesoras Marisa Carvalho, Marta Novais, Ana Caio y Ermelinda Pinheiro no tienen dudas sobre la importancia de la biblioteca en la vida de los estudiantes, «un espacio muy querido donde se siente la magia de los libros y que permite que los lectores nazcan y donde el amor para los libros comienza en los primeros años de vida».
espacios de inclusión
Este amor también se cultiva de manera notoria en el Agrupamento de Escolas do Cerco (AE Cerco), en Oporto. La biblioteca de la escuela es el espacio «más concurrido» del grupo. «Todos los días pasa algo. Es un espacio donde caben todos y donde los estudiantes saben que están entrando y encuentran la calma», explica la coordinadora de las bibliotecas del grupo (son 7 en total), Fátima Guimarães.
La funcionaria destaca los cambios de paradigma en cuanto a los objetivos pedagógicos de las bibliotecas: “el principal objetivo de la biblioteca es ser un espacio abierto a todos, para que se sientan felices, seguros y generen momentos de aprendizaje”.
Para Fátima Guimarães, la «biblioteca es un espacio que no es solo de lectura como hace unos años, donde reinaba el silencio y que servía casi solo para leer y ordenar libros». “Hoy es un espacio abierto para el aprendizaje y el autoaprendizaje. Hay una implicación de toda la comunidad escolar y una gran cantidad de actividades permanentes que van más allá de la lectura”, dice.
Idalina Meirinho, bibliotecaria del mismo grupo, pinta el mismo retrato. “Llevo más de 15 años en bibliotecas y ha habido un cambio enorme. Ha evolucionado mucho desde la época en que yo estudiaba, cuando los libros estaban encerrados en los estantes. Al principio, el papel de la biblioteca era promover la lectura, pero hoy en día las bibliotecas son polivalentes, son el corazón de las escuelas y donde se desarrollan la mayoría de las actividades. No es un aula, sino un espacio de trabajo más afectivo, donde los alumnos se sienten mejor y pueden expresarse”, explica.
La biblioteca AE Cerco ocupa así un lugar destacado en el Plan Anual de Actividades (PAA) del grupo, con articulación entre ciclos y entre las distintas disciplinas, con exposiciones constantes, conmemoración de efemérides, actividades relacionadas con la literatura, pero también con las artes, con la implicación de los alumnos en momentos de aprendizaje en ese espacio, lugar al que también recurren para realizar trabajos de investigación. «Todos los días, los profesores van y vienen con sus clases para participar de las actividades. Tenemos un mapa de ocupación de la biblioteca precisamente porque es un espacio muy buscado por los profesores», explica Fátima Guimarães.
La coordinadora también destaca la importancia de las bibliotecas en la recuperación de los aprendizajes (ver más abajo), con estrategias como la “Escuela para leer”, con una hora de lectura semanal. “Tenemos muchas actividades, proyectos, alianzas, apertura a la comunidad, ferias del libro y la presencia de autores y autoras durante todo el año escolar”, dice. Es también en la biblioteca AE Cerco donde funciona la inclusión. “Esta biblioteca incluye a todos, promueve y coordina actividades con niños con necesidades educativas especiales. Tenemos la suerte de tener el CRTIC (Centro de recursos TIC para educación especial) con sede aquí. Es un centro donde los docentes tienen una estrecha relación con la biblioteca y donde promueven y desarrollan momentos de lectura en los que se adaptan algunos cuentos en lenguaje SPC (símbolos pictográficos para la comunicación), es decir, algunas palabras de los cuentos se transforman en imágenes para incluir a los estudiantes con dificultades de lectura”, explican los bibliotecarios.
Ya están previstas actividades para promover la inclusión por el centenario de José Saramago. “Comienzan el 16 de noviembre. Tendremos lecturas con la obra “La flor más grande del mundo” adaptada por el CRTIC exactamente para desarrollar la actividad aquí, en la biblioteca”, dice Idalina Meirinho.
Si la biblioteca se llena de estudiantes y profesores a lo largo del día, durante la hora del almuerzo el movimiento no se detiene. En ese espacio también hay un lugar para momentos lúdicos, con juegos de mesa y ajedrez. «La biblioteca tiene mucha demanda durante el almuerzo y cuando los estudiantes tienen un hueco», explica Fátima Guimarães.
El coordinador destaca que no hay problemas de indisciplina en la biblioteca. “Una escuela del TEIP es un reto y la biblioteca brinda unos medios a los alumnos sin condiciones, sin acceso a la información, tecnología, comunicación. Logramos acoger a todos los alumnos y entienden que es un espacio donde les gusta estar y respetar las reglas , los libros, las exposiciones. La verdad es que no estropean nada y nunca ha desaparecido nada de la biblioteca. Los alumnos se sienten bien aquí y encuentran la paz”, concluye.
Plan de recuperación 21-23
El Plan Escola+ 21-23 creado por el Gobierno para la recuperación de los aprendizajes condicionados por la pandemia del Covid 19 presenta un conjunto de medidas encaminadas a promover el éxito escolar y combatir las desigualdades a través de la educación. Muchas de estas medidas implican a las bibliotecas escolares en el ámbito de la Lectura y la Escritura. El plan también cuenta con acceso gratuito a herramientas digitales para medir la competencia lectora y materiales didácticos; producción y disponibilidad de recursos para la organización de talleres de escritura y el refuerzo del presupuesto de las bibliotecas escolares.
«Aspirante a especialista en café. Solucionador de problemas. Fanático de los viajes. Creador. Apasionado aficionado a la televisión».