Los astrónomos han descubierto al posible «hermano» de un planeta que orbita una estrella distante. Para la ciencia, esto equivale a encontrar un unicornio, como explicó uno de los miembros del equipo.
Para los que tienen prisa:
- Un equipo de astrónomos ha descubierto al posible «hermano» de un exoplaneta que orbita una estrella lejana;
- Para la ciencia, esto equivale a encontrar un unicornio, como explicó uno de los investigadores;
- Detectaron una nube de escombros que podría compartir la órbita de un planeta;
- Este descubrimiento, de confirmarse, sería la primera prueba concreta de que dos exoplanetas pueden compartir una órbita;
- La teoría de que los planetas pueden compartir la misma órbita existe desde hace 20 años;
Usando el telescopio Alma (Atacama Large Millimeter Array) en Chile, el equipo detectó una nube de escombros que podría compartir la órbita de este planeta.
Los científicos creen que estos desechos podrían ser como los bloques de construcción de un nuevo planeta, o los restos de un planeta ya formado.
Más información:
De cualquier manera, este descubrimiento, si se confirma, sería la evidencia más sólida de que dos exoplanetas pueden compartir una órbita.
extrorianos [planetas troianos fora do Sistema Solar] hasta ahora eran como unicornios: pueden existir en teoría, pero nadie los ha detectado nunca.
Jorge Lillo-Box, coautor del estudio e investigador principal del Centro de Astrobiología
El artículo sobre el descubrimiento de los astrónomos fue publicado este miércoles (19) en la revista Astronomy & Astrophysics.
Exoplanetas «hermanos»
La teoría de que pares de planetas de masa similar podrían compartir la misma órbita alrededor de su estrella se ideó hace 20 años. Se les llama “planetas troyanos” o coorbitales.
Ahora los astrónomos parecen haber encontrado evidencia de esa idea por primera vez en décadas. Así lo explica Olga Balsalobre-Ruza, estudiante del Centro de Astrobiología de Madrid, España.
Los «caballos de Troya», cuerpos rocosos en la misma órbita que un planeta, son comunes en nuestro sistema solar. Los ejemplos más famosos son los asteroides troyanos de Júpiter, más de 12.000 cuerpos rocosos en la misma órbita que el gigante gaseoso alrededor del Sol.
Los astrónomos han predicho que los caballos de Troya, específicamente los planetas de Troya, también podrían existir alrededor de una estrella que no sea nuestro Sol. Pero la evidencia de ellos es escasa.
Descubrimiento
Ahora, un equipo internacional de científicos ha utilizado Alma para encontrar la evidencia observacional más sólida de que pueden existir los planetas troyanos: en el sistema PDS 70.
Se sabe que esta joven estrella alberga dos planetas gigantes similares a Júpiter: PDS 70b y PDS 70c.
Al analizar las observaciones de archivo de Alma de este sistema, el equipo detectó una nube de escombros en el sitio de la órbita de PDS 70b, donde se espera que existan «caballos de Troya».
Los troyanos ocupan las llamadas zonas lagrangianas, dos regiones extendidas en la órbita de un planeta donde la atracción gravitatoria combinada de la estrella y el planeta puede atrapar materia.
Al estudiar estas dos regiones de la órbita de PDS 70b, los astrónomos detectaron una débil señal proveniente de una de ellas, lo que indica que una nube de escombros con una masa de aproximadamente el doble de la de nuestra Luna podría residir allí.
Mire un video a continuación que muestra la nube de escombros en órbita:
El equipo cree que esta nube de escombros podría indicar un mundo troyano existente en este sistema, o un planeta en proceso de formación.
¿Quién podría imaginar dos mundos que comparten la duración del año y las condiciones de vida? Nuestro trabajo es la primera prueba de que tal mundo podría existir. Uno puede imaginar que un planeta pueda compartir su órbita con miles de asteroides, como en el caso de Júpiter, pero me sorprende que los planetas puedan compartir la misma órbita.
Olga Balsalobre-Ruza, estudiante del Centro de Astrobiología de Madrid, España
Próximas etapas
Para confirmar completamente su detección, el equipo tendrá que esperar hasta después de 2026, cuando tengan la intención de usar Alma para ver si PDS 70b y su nube de escombros hermana se mueven significativamente a lo largo de su órbita alrededor de la estrella.
El futuro de este tema es muy emocionante y esperamos con ansias las funciones ampliadas de Alma previstas para 2030, que mejorarán en gran medida la capacidad de la matriz para caracterizar los planetas troyanos en muchas otras estrellas.
Itziar De Gregorio-Monsalvo, jefa de la oficina científica de ESO (European Southern Observatory) en Chile
Con información de ESO
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