El presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) y el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, defendieron este jueves (23) una nueva propuesta de política económica para el mundo, durante la reunión que instaló la Comisión Nacional del G20, en Brasilia. Brasil presidirá por primera vez el grupo de las 20 mayores economías del mundo y quiere revisar algunas de las prácticas adoptadas.
Lula encabezó la reunión preparatoria en el Palacio do Planalto, criticando a dos de las mayores instituciones financieras multilaterales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según él, las dos organizaciones sólo actúan para prestar y recuperar dinero a otros países, sin contribuir al desarrollo de las economías locales.
“No es posible que las instituciones, el Banco Mundial, el FMI y tantas otras instituciones financieras, sigan funcionando como si nada hubiera pasado en el mundo, como si todo estuviera resuelto. A menudo, las instituciones prestan dinero no con el objetivo de salvar al país que pide prestado el dinero, sino para pagar la deuda y no para producir un activo productivo”, dijo.
El presidente cita como ejemplos de crítica a Argentina y a los países africanos, que deben grandes sumas de dinero a las instituciones y que a menudo tienen dificultades para pagar sus deudas. “Si no hay un nuevo debate sobre cómo financiar a los países pobres, no tendremos una solución. Los ricos seguirán siendo ricos, los pobres seguirán siendo pobres y los hambrientos seguirán hambrientos”, afirmó.
Haddad siguió la misma línea y defendió una especie de «reglobalización» con Brasil como «motor externo» de cambio a favor de «otros países de América Latina y del Sur».
“El G20 es nuestra oportunidad de unir nuestras manos y hacer que este motor externo funcione de la mejor manera posible para los intereses de Brasil y otros países de América Latina y del Sur”, afirmó el Ministro de Finanzas.
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Este “motor” de “reglobalización”, dice, se centrará en la sostenibilidad y movilizará una enorme cantidad de recursos internacionales que “deben venir principalmente del Norte al Sur”. Las cuestiones climáticas vinculadas a la economía deberían estar en el centro de las preocupaciones de Brasil antes del G20.
Fernando Haddad también afirmó que la economía mundial se encuentra en una especie de «encrucijada» debido al «avance de los bloques económicos proteccionistas», en referencia a las restricciones que la Unión Europea ha comenzado a imponer al acuerdo con Mercosur, lo que bloqueó la discusión y que Lula intentó desbloquear.
La comisión instalada este jueves (23) tiene como objetivo ayudar a coordinar y organizar la cumbre del G20 que se celebrará en Río de Janeiro en noviembre del próximo año. Además de Lula y Haddad, también participaron otros ministros; el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luís Roberto Barroso; el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira (PP-AL), entre otros.
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