Las autoridades marroquíes expulsaron el jueves a 20 refugiados yemeníes que intentaban ingresar a Melilla, un enclave español en el norte de África, informó la Organización Marroquí para los Derechos Humanos.
“Después de intentar ingresar a la ciudad ocupada de Melilla, las autoridades arrestaron a migrantes y solicitantes de asilo en el área”, confirmó el comunicado.
“Las autoridades allanaron los apartamentos de algunos refugiados yemeníes en la ciudad de Nador; de hecho, alrededor de 21 ciudadanos con documentos de refugiados fueron transportados a la frontera entre Marruecos y Argelia”, agregó.
El proceso de deportación se llevó a cabo entre el 8 y el 11 de marzo.
Rabat prohíbe la entrada de personas refugiadas o migrantes a las ciudades de Melilla y Cauta, en el norte de Marruecos, ya que permanecen bajo administración española y, por tanto, requieren visado.
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Sin embargo, después de la denuncia, un portavoz del gobierno dijo: «Marruecos sigue dispuesto a cumplir sus obligaciones internacionales en virtud de la Convención de Ginebra, a través de la plena cooperación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, para colaborar en la protección de estas poblaciones».
No hay cifras oficiales sobre la presencia de refugiados yemeníes en Marruecos.
El 8 de marzo, las autoridades de Melilla anunciaron que las fuerzas de seguridad de la monarquía norteafricana habían impedido la entrada en la ciudad a cientos de inmigrantes irregulares.
Marruecos considera a Ceuta y Melilla como territorios ocupados por España. Sin embargo, dado que las dos localidades se consideran la frontera entre África y Europa, las autoridades instalaron cerca de seis kilómetros de alambradas de púas en la zona.
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