Más de 82.000 personas desaparecieron en México entre 2006 y 2021 y los casos siguen aumentando, advirtió Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migraciones.
Según el ministro, quien habló en una rueda de prensa en el Palacio Nacional, la situación se debe a la “Mayor enfrentamiento entre grupos criminales en diferentes regiones del país”.
Encinas dijo que durante el período de 2006 a diciembre de 2020 se registraron 80,517 denuncias por personas desaparecidas o no ubicadas en México, y agregó que al viernes la cifra ya había aumentado a 82,888.
sin embargo, el El subsecretario mexicano señaló que en 2020 hubo una caída del 22.39% el número de denuncias por desaparición en comparación con 2019.
Entre el 1 de diciembre de 2018 y el 31 de diciembre de 2020, las autoridades mexicanas recibieron 37,807 entradas sobre personas desaparecidas, de las cuales el 56,4% fueron encontradas, la mayoría con vida, dijo Encinas, citado por la agencia de noticias española EFE.
Además, señaló que “en 2020, hubo una disminución del 33% en el número de fosas comunes encontradas y una reducción de casi el 18% de los cuerpos recuperados ”.
El funcionario también dijo que la labor de las fiscalías estatales para “identificar y devolver los cuerpos recuperados a las familias” ha mejorado.
Encinas afirmó que la el fenómeno de las desapariciones se agravó a partir de 2006, cuando se inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”, bajo el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012), cuyas políticas, dijo, registran errores, pero también “abusos y omisiones”.
La ministra de Gobernación (con funciones relacionadas con la seguridad pública), Olga Sánchez Cordero, dijo que en los últimos dos años la prioridad del gobierno federal ha sido localizar a los desaparecidos, lo que ella ve como un daño irreparable para los seres queridos y la sociedad.
Nada de lo que hagamos será suficiente, pero haremos todo lo posible para que ningún delito quede impune ”, dijo, considerando que los desaparecidos tienen derecho a ser registrados.
“Es un derecho humano (…) que el Estado tiene la obligación de garantizar”, declaró Olga Sánchez Cordero.