El presidente ruso, Vladimir Putin, recomendó este viernes a los países vecinos «no agravar la situación, no imponer límites», garantizando que «no tiene malas intenciones», mientras que el Kremlin llamó a la unidad del pueblo de Rusia.
«Quiero enfatizar nuevamente, siempre lo hemos dicho, que no tenemos malas intenciones hacia nuestros vecinos», dijo Putin en una conversación con el gobernador del enclave de Kaliningrado, Anton Alikhanov, mientras las tropas rusas invaden Ucrania.
A pesar de la embestida, Putin recomendó a los vecinos de Rusia «no agravar la situación, no imponer límites» y aseguró que Moscú «cumple y seguirá cumpliendo todos sus compromisos».
“Por difícil y complejo que sea, continuaremos desarrollándonos, sin falta, fortaleceremos la infraestructura de transporte y la logística en todo el país”, agregó el presidente ruso.
Putin también habló hoy con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, a quien informó sobre los detalles de la «operación militar especial», como llama Rusia a la invasión de Ucrania.
Según el Kremlin, durante la conversación, Putin subrayó que la campaña militar avanzaba según lo previsto, como ya le había dicho el jueves al presidente francés, Emmanuel Macron.
El presidente ruso también aprovechó para hablar de la segunda ronda de negociaciones entre los grupos negociadores ruso y ucraniano, celebrada este jueves en Bielorrusia, ante la que Lukashenko expresó su apoyo a las acciones militares rusas en el país vecino.
El Kremlin, por su parte, llamó hoy a la población rusa a unirse en torno a su líder.
«Ahora no es el momento de dividirnos. Este es el momento de unirnos. Y unirnos en torno a nuestro presidente», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, durante una conferencia de prensa.
“De hecho, hay debates acalorados. Hay quienes apoyan al presidente y lo apoyan con sinceridad. Y hay quienes no entienden lo que está pasando. A estos debemos explicarlos pacientemente”, dijo Peskov.
En Rusia, varias peticiones de ciudadanos, incluidas personalidades del mundo de la cultura, exigen el fin de la invasión de Ucrania.
Las autoridades rusas han reforzado los controles sobre la información privilegiada, incluido el cierre de medios independientes, el bloqueo de sitios de noticias y la modificación de la legislación que prevé penas de prisión para quienes difundan «información falsa».
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