Crece la insatisfacción con las scooters en Lisboa. Muchos peatones dicen que es peligroso caminar por la calle incluso después de los últimos cambios en las reglas. Es un problema que preocupa a las grandes ciudades y que acaba de llevar a París a tomar una decisión radical.
Lisboa podría seguir a París, que a partir del 1 de septiembre dejará de tener patinetes compartidos, después de que el referéndum organizado por el municipio francés mostrara que el 90% de los parisinos quiere prohibir los patinetes compartidos en las calles de la capital.
En Lisboa, la hipótesis no parece plantearse, de momento, pero también hay quienes apoyan la medida adoptada en la capital francesa.
Los scooters han ganado muchos adeptos en los últimos años, especialmente entre los jóvenes. Incluso aquellos que no utilizan este tipo de transporte compartido piden más regulación y supervisión.
El Ayuntamiento de Lisboa garantiza que negocia con las distintas empresas de patinetes que operan en la capital. Ya existe un acuerdo, firmado en enero, que prevé límites de velocidad reducidos, menos patinetes por operador y más plazas de aparcamiento obligatorias.
En respuesta a la SIC, el municipio precisa que la mayoría de estas medidas ya están “en marcha y en funcionamiento”.
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