El responsable del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), Nuno Banza, conversó con Lusa durante una visita a la sede de la JMJ en Lisboa, durante la cual mantuvo un primer encuentro sobre este tema con los responsables de la organización del evento y donde fue recibido por el Coordinador General, el Obispo Auxiliar de Lisboa Américo Aguiar.
La reunión se llevó a cabo a puertas cerradas, luego de la develación de una placa, hecha de madera reciclada, con motivo de la visita, Américo Aguiar admitió haber sido «un peligroso activista ambiental» en el pasado.
El objetivo, según el líder de la iglesia, que preside la Fundación JMJ, es llegar al final del evento con un «sello verde».
En la ocasión, el presidente del ICNF señaló que el instituto cuenta con más de 4.000 personas repartidas por todo el país a las que “paga sueldos todos los meses” para cumplir el rol de guardián del patrimonio natural. «Realmente no somos dueños de nada. Solo somos gerentes», dijo.
El encuentro servirá para acordar futuras medidas, también en base a los resultados que determinará la calculadora de huella de carbono adoptada por la Jornada.
En declaraciones a Lusa, el presidente de la ICNF adelantó que las medidas de compensación se adoptarán en todo el territorio nacional, ya que no será posible compensar todo el impacto solo en un lugar donde se espera la presencia de más de un millón de peregrinos.
La reunión preparatoria comenzó poco antes de las 15 horas, cuando faltaban 26 días, cuatro horas, nueve minutos y 11 segundos para el inicio del evento que traerá al Papa Francisco a Portugal en la primera semana de agosto.
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