El ligero toque de las yemas de los dedos de una persona en partes del cuello, las axilas e incluso los pies provoca una sensación ya conocida por el cuerpo: cosquillas. Comunes a casi todo el mundo, provocan una reacción en el organismo difícil de expresar con palabras.
Pero con el tiempo, los científicos intentaron comprender qué hacen exactamente estos gestos inofensivos en el cuerpo humano. Comprenda a continuación.
¿Quiénes son los verdaderos responsables de las cosquillas?
Cada uno de los cinco sentidos (oído, visión, olfato, gusto y tacto) tiene un órgano a través del cual envía mensajes al cerebro. En el caso del tacto, el sentido implicado en las cosquillas, este órgano es la piel.
Lleno de terminaciones nerviosas, es extremadamente sensible. Por ejemplo, puedes sentir estímulos sutiles como un mechón de cabello que pasa por tu brazo. Pero el receptor que envía el mensaje de cosquillas es de un tipo especial: se llaman terminaciones nerviosas libres.
Cuando están irritados, las señales de este tipo de tacto viajan a través de los nervios hasta dos partes específicas del cerebro, la corteza somatosensorial y la corteza cingulada anterior, que traducen la información.
A veces un toque se lee como caricia, pero otras veces se define como cosquillas. Si este es el caso, la reacción del cuerpo es familiar: risitas y contorsiones.
Zonas más sensibles
Estudios antiguos muestran que los lugares donde una persona es más sensible a las cosquillas tienden a ser también los más vulnerables a un ataque físico. Por ejemplo, con pocos huesos que los protejan.
Una investigación de 1997 puso a prueba las áreas que suelen ser más delicadas y la teoría tenía aún más sentido. Como resultado de las pruebas realizadas a 72 estudiantes, las partes del cuerpo más sensibles fueron las axilas, la cintura, las costillas y las plantas de los pies.
De esta manera, las cosquillas convierten ciertas partes del cuerpo en áreas de atención para una persona, ya que ya sabe que la región es sensible. En teoría, esto debería favorecer su protección a expensas de otras partes del cuerpo.
¿Es imposible hacerte cosquillas?
De acuerdo con expertos, Sí. Esto se debe a que el cerebelo, que es una parte del cerebro responsable de controlar el movimiento, predice las cosquillas cuando una persona se hace movimientos.
Luego, se envía una señal avisando al resto del cerebro, avisando de que están llegando e interfiriendo en la forma en que se sienten.
De acuerdo con científicos canadienses Desde la Queen's University, este proceso que lleva a cabo el cerebro se llama atenuación sensorial. En él, el órgano filtra información innecesaria para centrar la energía en lo relevante para el organismo.
Por lo tanto, las cosquillas que una persona ya ha planeado y hecho a sí misma se consideran una pérdida de tiempo. Como resultado, el cerebro descarta la información antes de que tenga la oportunidad de entrar en la conciencia.
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