El Ministro del Interior británico afirmó que La migración ilegal es un problema «permanente y estructural», por lo que es necesario «actuar para no empeorar en los próximos años».
Añade que la falta de control sobre las fronteras podría costar el “consentimiento del pueblo” y volverse “insostenible”.
Braverman expresó su preocupación por la falta de integración, resultante de la afluencia «excesiva» y «demasiado rápida» de refugiados a Europa y el Reino Unido y dijo que el multiculturalismo «ha fracasado». «Si el cambio cultural es demasiado rápido y demasiado grande, lo que ya existía se diluirá» y «eventualmente desaparecerá», argumentó.
El Ministro del Interior británico ha esbozado la posición del gobierno de Rishi Sunak sobre cómo afrontar la crisis mundial de refugiados, que ha intentado impedir que las pequeñas embarcaciones lleguen al Reino Unido a través del cruce del Canal de la Mancha.
A pesar de la promesa del Primer Ministro británico de «detener los barcos» procedentes de Francia, desde principios de año se ha detectado a cerca de 24.000 personas cruzando el Canal de la Mancha.
Actualmente, En el Reino Unido, la ley prohíbe a los refugiados que llegaron ilegalmente al país solicitar asilo y prevé la deportación a países seguros, como Ruanda.una medida bloqueada por los tribunales y fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos, en el marco de la Convención de Ginebra sobre los Refugiados, aprobada en 1951, instrumento ratificado por Gran Bretaña.
El “status quo” es “absurdo e insostenible”
A este respecto, Braverman pidió un debate sobre la reforma de la Convención de la ONU sobre Refugiados, diciendo que las reglas de asilo «no son adecuadas para los tiempos modernos» y que el mundo está atrapado en «modelos legales obsoletos».
La Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados proporciona la base jurídica para la protección de los refugiados en todo el mundo y es uno de los mayores obstáculos legales para impedir que las personas lleguen a los países de destino, así como para deportarlas a los llamados terceros países seguros. , como Ruanda. Porque según esta convención, los Estados deben proteger a los civiles que huyen de conflictos o persecuciones.“El status quo, en el que las personas pueden viajar a través de múltiples países seguros, e incluso residir en países seguros durante años, mientras eligen su destino preferido para solicitar asilo, es absurdo e insostenible”, afirmó Suella Braverman.
Braverman argumentó que se debería exigir a los solicitantes de asilo que presenten una solicitud de asilo en el primer país seguro al que lleguen y que «ser gay o mujer y temer la discriminación en el país de origen no es suficiente para beneficiarse de la protección».
«Hemos creado un sistema de oferta casi infinita, animando a millones de personas a arriesgarse, sabiendo muy bien que no tenemos capacidad para satisfacer más que una fracción de la demanda», defendió.
En su discurso de este martes en Washington, la ministra del Interior británica estimó que La reforma de la Convención puede considerarse «racista», pero es fundamental para resolver el problema de la inmigración ilegal, que requiere cooperación internacional, insistiendo en que «las naciones no pueden quedarse de brazos cruzados».
con agencias
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