El Senado de Estados Unidos rechazó el miércoles la Ley de Protección de la Salud de la Mujer, que consagraría el derecho al aborto en la ley federal, una muestra de la división partidista del país sobre el tema.
Un total de 51 votos en contra, en su mayoría senadores republicanos, bloquearon el proyecto de ley que protegería el acceso al aborto a nivel nacional, votado a favor por 49 senadores.
El único demócrata que se desvió de la línea de su partido fue Joe Manchin, el último en votar y quien previamente había señalado que podría no apoyar el cambio.
La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, presidió la sesión, que estuvo precedida por una declaración del gobierno de Joe Biden pidiendo la aprobación de la ley ahora rechazada.
La votación fue sobre todo simbólica y volvió a poner de manifiesto los límites de la mayoría del Partido Demócrata en el Senado dividida en dos (50 demócratas y 50 republicanos).
Para superar un obstruccionismo republicano, el proyecto de ley requería un umbral de 60 votos a favor que los demócratas sabían de antemano que no cumplirían cuando insistieron en celebrar la votación.
Poco después de conocerse el resultado, el presidente Joe Biden criticó el «fracaso» de los republicanos en la protección del acceso a la salud reproductiva, diciendo que el voto «es en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo estadounidense».
Los republicanos «optaron por obstruir el derecho de los estadounidenses a tomar las decisiones más personales sobre sus propios cuerpos, familias y vidas», dijo Biden, instando a los votantes a elegir más legisladores a favor del aborto en noviembre.
El presidente estadounidense, por su parte, prometió «explorar las medidas y herramientas disponibles» para garantizar los derechos establecidos en 1973, con la decisión «Roe v. Wade».
La presidenta de la Cámara Baja del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi, también criticó a los republicanos por su oposición y prometió que «los demócratas nunca se comprometerán en defensa de las libertades básicas».
Pelosi agregó que «el pueblo estadounidense recordará a quienes buscaron castigar y controlar las decisiones de las mujeres y lucharon incansablemente junto a ellas cuando emitieron sus votos en noviembre» en las elecciones de mitad de período.
El líder de los demócratas de la Cámara Alta, Chuck Schumer, instó a los ciudadanos estadounidenses a votar por más legisladores demócratas «pro derecho a decidir» en las próximas elecciones.
La necesidad de la votación se produjo después de que se filtrara información sobre una medida de la Corte Suprema de los Estados Unidos para revocar el derecho constitucional al aborto, establecido en el histórico caso de 1973 conocido como «Roe v. Wade».
El resultado del fallo de la corte de la mayoría conservadora, que se espera para junio, seguramente tendrá ramificaciones en todo el país y en la campaña electoral antes de las elecciones intermedias de noviembre, que determinarán qué partido controlará el Congreso.
Si se anula la decisión «Roe v. Wade», que protege el derecho de las mujeres al aborto como constitucional, Estados Unidos volverá a la situación que existía antes de 1973, cuando cada estado era libre de prohibir o permitir los abortos.
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