ULa semana pasada, un agente de bienes raíces estadounidense estaba mostrando una casa a un hombre afroamericano y su hijo de 15 años cuando miraron afuera y vieron a la policía rodeando la casa en Wyoming, Michigan, armas en mano.
Según CNN, un vecino había alertado a las autoridades, indicando que un sospechoso que había sido detenido en esta propiedad la semana anterior estaba regresando.
El vecino, sin embargo, se equivocó. Dentro de la casa había un agente de bienes raíces, Eric Brown, un padre, Roy Thorne, y su hijo, Samuel. Habían organizado esta visita el día anterior.
Todos fueron puestos en libertad tras ser identificados, pero no antes de que se les ordenara salir de la residencia con las manos en alto y esposadas. Roy fue separado brevemente de su hijo Samuel y colocado en el asiento trasero de varios coches patrulla.
Cuando se le preguntó si se sentía discriminado, Eric Brown respondió: «En ese momento, realmente me sentí así». Brown dice que es difícil encontrar una justificación para el nivel de fuerza utilizado, que describió como una respuesta «táctica».
En un comunicado de prensa emitido el viernes, el Departamento de Seguridad Pública de Wyoming dijo que había realizado una investigación interna y concluyó que «la raza no influyó en la forma en que nuestros oficiales trataban a las personas», asegurando que los agentes «respondieron adecuadamente».
“Aunque es lamentable que personas inocentes fueran esposadas, nuestros oficiales respondieron de manera justa y de acuerdo con la política departamental, según la información disponible en ese momento”, dijeron.
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