Los artefactos, desenterrados durante los trabajos preparatorios para la reconstrucción de la antigua aguja de la catedral, son «de una calidad científica notable», según el Ministerio de Cultura francés, citado por AFP.
Entre las tumbas, se retiró «un sarcófago de plomo antropomórfico completamente conservado», que habría pertenecido a «un alto dignatario, probablemente del siglo XIV», agregó el ministerio.
En la estructura de la catedral también se descubrió «un foso donde se depositaron elementos esculpidos policromados» de un antiguo coro alto (una estructura de piedra o madera que separaba el santuario del resto de la iglesia) construido alrededor de 1230 y destruido originalmente en el siglo XVIII. .
El sitio de excavación está bajo una capa de piedra que data del siglo XVIII, pero algunos de los niveles inferiores datan del siglo XIV y otros de principios del siglo XIII, según el Ministerio de Cultura.
“El hallazgo de este sarcófago nos permitirá conocer mejor las prácticas y rituales funerarios” de la Edad Media, explicó Dominique García, presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas.
Estos no son los primeros restos humanos encontrados en Notre-Dame, que desde su construcción ha servido como cementerio para funcionarios de la catedral y figuras religiosas.
Durante el proceso de investigación, los arqueólogos lograron introducir una minicámara endoscópica dentro del sarcófago, que mostró resultados inesperados. «Pudimos ver restos de tela, pelo y especialmente un cojín de hojas en la parte superior de la cabeza, un fenómeno bien conocido» durante el entierro de los jerarcas religiosos, explicó Christophe Besnier, arqueólogo responsable de la búsqueda.
«El hecho de que estas plantas todavía estén adentro muestra a priori muy buen estado de conservación» del cuerpo, añadió.
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