La producción mundial de vino en 2021 «puede considerarse extremadamente baja», situándose justo por encima de 2017, un año «históricamente bajo», anunció este jueves la OIV – Organización Internacional de la Viña y el Vino.
Las cifras indican una producción de entre 247,1 y 253,5 millones de hectolitros, lo que se traduce en una estimación media de 250,3 millones de hectolitros y un descenso del 4% respecto a 2020. En comparación con los valores de los últimos 20 años, el descenso es del 7%.
Las desfavorables condiciones climáticas de los países productores del sur de Europa contribuyen a explicar esta caída, que por tercer año consecutivo sitúa la producción mundial de vino por debajo de la media del sector. En Estados Unidos y el hemisferio sur, el panorama es diferente.
El impacto del declive en el sector vitivinícola mundial debe analizarse en el contexto de la pandemia Covid-19, en un contexto de «volatilidad e incertidumbre relativamente altas», dijo Paul Roca, Director General de la OIV, durante la conferencia para presentar las primeras estimaciones para 2021 a partir de datos recopilados en 28 países que representan el 85% de la producción mundial.
Así, por regiones, la OIV estima el descenso en la UE en un 21%, en 145 millones de hectolitros. Italia, España y Francia, el trío de países que representan el 79% de la producción de la Unión Europea y el 45% de la producción mundial, pronostican caídas respectivas del 9%, 14% y 27%.
El panorama es común para todos los productores de la UE, con 4 excepciones: Portugal, que espera un ligero aumento del 1%, hasta 6,5 millones de hectolitros, Alemania (+ 4%), Rumanía (+ 37%) y Hungría (+ 6%).
Todo cambia fuera de la UE
Fuera de la UE, entre los grandes productores del Nuevo Mundo como Estados Unidos, se registra un aumento del 6% con respecto a 2020, hasta los 24,1 millones de hectolitros, una cifra que, sin embargo, está un 3% por debajo de la media del país en los últimos cinco años. . En cuanto al hemisferio sur, especifica la OIV, esperamos un año récord, en torno a los 59 millones de hectolitros, un salto del 19% respecto a 2020, año en que el clima afectó a la vitivinicultura en esta región del mundo.
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