La Academia de Ciencias de Lisboa fundó, de la mano de Moses Amzalak, su Instituto da Altos Estudos (IAE), creyendo que a través de él y, como otros similares a nivel mundial, asumía un deber cívico al intervenir en un área tan desafiante como la del conocimiento y la su evolución, así como las exigencias de la articulación generacional.
De esta forma, pretendía abrirse al exterior mediante la organización de congresos, encuentros u otras actividades y el debate de temas de trascendencia científica con la intervención de profesores, científicos nacionales e internacionales de prestigio en todas las áreas del conocimiento.
Así, el IAE constituye un eslabón con la evolución de la sociedad de la información y el conocimiento, permitiendo a los participantes seguir los avances científicos y tecnológicos, proporcionándoles un aprendizaje permanente que requiere un entendimiento intergeneracional.
Este instituto tiene como objetivo fundamental el desarrollo de la ciencia ciudadana y la creación de una mayor conciencia del valor de las ciencias, las letras y las artes para la construcción de una sociedad informada e intervencionista, reforzando el reconocimiento del papel de la ciencia, la tecnología y la de la innovación a la toma de decisiones informadas en el contexto de los cambios de la sociedad del siglo XXI.
Vivimos en un mundo global, llamado a dar respuesta a situaciones a las que nos enfrentamos permanentemente.
Los científicos son conocidos por su compromiso con la ciencia, en un intento de poner los avances del conocimiento científico al servicio de los ciudadanos. Sin embargo, este esfuerzo extraordinario no siempre es conocido en la sociedad sin tergiversación o uso voluntario o involuntario.
¿Este fracaso se debe a problemas en la comunicación de la ciencia? Comunicar ciencia no es tarea fácil.
La ciencia y la tecnología hoy en día tienen un impacto en todos los aspectos de la vida humana.
Esto se traduce en una creciente necesidad de información científica rigurosa que aporte conocimiento y posible aceptación por parte de los ciudadanos, de acuerdo con los valores individuales y las decisiones a tomar.
Existen diferentes paradigmas en la comunicación de la ciencia, a saber: (1) el paradigma de difusión/difusión y (2) el paradigma de participación (diálogo entre investigadores, público y tomadores de decisiones).
Es en el contexto de este último que se centra la intervención pública del Instituto de Altos Estudos da Academia das Ciências de Lisboa, buscando establecer un diálogo entre científicos y ciudadanos, en un esfuerzo por comunicar la ciencia de forma rigurosa y accesible en temas de actualidad, a saber: los desafíos sociales de la sociedad del siglo XXI; consecuencias y mitigación del cambio global.
La información transmitida por el Instituto de Altos Estudos da Academia das Ciências de Lisboa constituye una oportunidad y un desafío para el conocimiento, la discusión y la reflexión sobre los avances científicos y tecnológicos, así como para compartir valores de solidaridad y tolerancia, respeto por el ser humano derechos humanos, diversidad cultural, pluralismo y principios democráticos.
Presidente del Instituto de Estudios Superiores
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