Si se da este escenario, dará lugar a que muchas actividades económicas del país se enfrenten a un colapso comercial. “Además del shock de oferta, tendremos un shock de demanda”, concluye.
Para aumentar los ingresos, el profesor del ISEG apunta a otra medida que puede utilizarse además o como alternativa a los aumentos salariales. Un único tramo, que tendría la ventaja de poder aplicarse un año y retirarse al año siguiente si no se respetan los supuestos inflacionarios.
“Imaginemos que la decisión es por un aumento de 30 euros al mes, o 360 euros en un año. Tenía la ventaja de otorgarse solo este año, teniendo en cuenta la suba de la energía, y para el año de retirarse si la inflación volvía a caer. Sería una forma de no aumentar los salarios, pero sí aumentar los ingresos. Esto se hace en otros países, en Alemania por ejemplo, es tema de debate entre sindicatos y empresarios. También tiene la ventaja de ser progresivo, ayudando más a las familias de bajos recursos”, concluye.
60 euros, ¿es suficiente?
En este contexto, el gobierno presentó recientemente un conjunto de medidas para combatir el impacto de la inflación. Uno de ellos es otorgar una prestación adicional de 60 euros a las familias que reciben el RSI. Susana Peralta dice que es un paso en la dirección correcta, pero «es muy poco probable que sea suficiente».
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