El cuerpo de José Eduardo dos Santos llegó al memorial, después de una hora y media de procesión con poca participación, con mayor movilización de la población cercana a Chicala, barrio próximo a donde se requieren los funerales del expresidente de Angola.
A lo largo del recorrido, que partió de la casa familiar a las 8:30 horas, la gente se reunió en pequeños grupos, se escucharon aplausos, gritos y pañuelos agitados a modo de despedida.
La gran concentración de personas se produjo en el último tramo del cortejo fúnebre del expresidente angoleño, que estuvo acompañado por un nutrido aparato policial y militar.
Ya cerca del memorial se escuchaban cánticos y algunas mujeres se despedían, algunas de las que se sumaban serían curiosas y turistas, muchas con ganas de grabar el momento en video y fotografías.
El cuerpo llegó al memorial a las 10 de la mañana, con la urna colocada en una carpa donde está rodeada de coronas y coronada con una fotografía de José Eduardo dos Santos.
En la carpa ya hay varias personas, entre varios miembros del ejecutivo angoleño y funcionarios del MPLA.
Fuera de la carpa, instalada en un gran espacio designado como Praça da República, también hay bastantes personas que presentarán sus respetos a José Eduardo dos Santos.
A la entrada de las Fuerzas Armadas, un coro entona una canción que dice: “el grito de las Fuerzas Armadas”.
El funeral, previsto para la mañana del domingo 28 (día en que el ex presidente angoleño habría cumplido 80 años), reunirá a 21 personalidades extranjeras, entre ellas Jefes de Estado y de Gobierno africanos y portugueses. .
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