El Ford Maverick, en versiones cupé y sedán de cuatro puertas, fue uno de los mejores autos jamás fabricados en Brasil. Aún hoy, 43 años después de su discontinuación, sigue contando con una legión de fans nostálgicos en el país. Amante de los Mavericks desde su infancia, Paul William Gregson, uno de esos entusiastas, hizo de su obsesión por el modelo norteamericano Ford –fabricado en Brasil de 1973 a 1979– objeto de profunda investigación, que ya se tradujo en al menos tres libros.
En su último trabajo, “Maverick Universe”, lleva aún más lejos este minucioso trabajo de arqueología del automóvil. Cuenta la historia del automóvil que se convirtió en un ícono para los coleccionistas brasileños, desde su génesis en Estados Unidos hasta el final de su producción en Brasil, con una impresionante riqueza de detalles e informaciones. Fotografías, dibujos, testimonios, cifras, estadísticas, nada escapa a la curiosidad de Gregson como historiador del automóvil.
Revela curiosidades interesantes, como el origen del nombre y de los motores, incluido el famoso 302 «canadiense» de ocho cilindros, las prestaciones en las pistas de competición brasileñas y las adaptaciones realizadas por fabricantes independientes que dieron lugar a modelos exclusivos, como el querido pocos. Conocida camioneta y furgoneta Maverick. ¿Una furgoneta Maverick? Sí, incluso existió esta versión, muy rara hoy en día, producida por un concesionario Ford en el país. Una obra de referencia para cualquiera que aprecie los clásicos, este libro puede ser de gran utilidad para cualquiera que esté considerando comprar o restaurar un Maverick.
El modelo Ford de servicio pesado sólo se fabricó en Estados Unidos, Canadá, México, Venezuela y Brasil. Por eso quizás sea poco conocido en Europa.
Fotografías: Eduardo Scaravaglione
Irineu Guarnier Filho es brasileño, periodista especializado en gastronomía y vinos y aficionado a los automóviles. Trabajó durante 16 años en un canal de televisión afiliado a la Rede Globo. Actualmente colabora con algunas publicaciones brasileñas, como Plant Project y Vinho Magazine. Como conductor de antigüedades, ha escrito sobre autos clásicos para blogs y revistas brasileñas, restaurado y coleccionado autos antiguos.
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