Por Rodrigo Rangel, de Metrópoles – El material recabado en las investigaciones sobre el teniente coronel lo sitúa en el escenario de la sucesión de actos antidemocráticos que ya investigaba Moraes y que culminaron con la invasión a la sede de los tres poderes, el pasado 8 de enero. Por su cercanía con Bolsonaro y el papel que jugó el militar en el Planalto, el expresidente es parte inseparable de los movimientos que realizó.
En mensajes de texto y de audio, el teniente coronel actuó como enlace entre Bolsonaro y varios de los radicales que desde hace mucho tiempo instigaban a la militancia bolsonarista a atacar las instituciones. Hay abundante evidencia al respecto. Uno de los contactos frecuentes de Cid era Allan dos Santos, el bloguero que vive en Estados Unidos y que en octubre de 2021 fue detenido por el ministro Alexandre de Moraes.
Jair Bolsonaro tendrá serias dificultades para desligarse de las pruebas que envuelven a su excolaborador. El material compromete a ambos. El expresidente aparece como interlocutor en varios de los mensajes que el Cid guardaba en sus apps y que fueron copiados por los investigadores con permiso de Moraes. Una serie de audios enviados por Bolsonaro al subordinado indican que tenía conocimiento y control de todo lo que hacía Cid, ya sea en el área financiera, pagando las cuentas del clan en efectivo o en el diálogo con bolsonaristas radicales.
Jair Bolsonaro y el teniente coronel Mauro César Barbosa Cid tienen una relación que trasciende la carrera militar del exayudante de campo. El padre de Cid, el general Mauro César Lourena Cid, fue colega del expresidente en el curso de formación de oficiales del Ejército. Lourena Cid se hizo amiga de Bolsonaro. En 2019, el año en que se fue a la reserva, el gobierno le otorgó el cómodo puesto de jefe de la oficina de Apex, la agencia brasileña de promoción de exportaciones, en Miami. Con salario en dólares, el cargo le garantizaba un salario mensual equivalente a más de R$ 80.000.
Cid hijo, el ayudante, también ascendió en su carrera durante el último gobierno. Fue mayor y ascendió a teniente coronel. Considerado como uno de los asistentes más radicales del expresidente, el oficial ya había aparecido en varios de los frentes de investigación a cargo de Moraes en el STF.
Fue investigado, por ejemplo, bajo sospecha de filtrar información de una investigación secreta sobre amenazas a las urnas electrónicas, parte del antiguo movimiento bolsonarista destinado a desacreditar el sistema electoral. En diciembre pasado, la Policía Federal concluyó que el teniente coronel Cid y Bolsonaro cometieron un delito al asociar falsamente, durante un vivo, vacunas anti-covid con el virus del SIDA.
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