Las perspectivas para la economía global han mejorado gracias al sólido desempeño de Estados Unidos y las principales economías emergentes, incluidas Brasil, Rusia e India (los tres países son parte de los BRICS). Sin embargo, persisten vulnerabilidades, según un informe de la ONU publicado el jueves.
Se espera que la economía mundial crezca un 2,7% en 2024 y un 2,8% en 2025, según una actualización de mitad de año del informe Situación y perspectivas de la economía mundial publicado en enero. La proyección realizada para el primer mes de 2024 apuntaba a una tasa de crecimiento global del 2,4% este año y 2,7% para 2025.
A pesar de esta ligera mejora, se mantienen las previsiones de que el crecimiento mundial en los próximos años se mantiene por debajo de la media del 3,2% alcanzada durante la década 2010-2019, subraya el informe..
Para Estados Unidos, las últimas previsiones prevén un crecimiento del 2,3% en 2024, o 0,3 puntos porcentuales (pp) por encima de la estimación realizada en enero. La proyección para Brasil en 2024 aumentó 0,5 puntos porcentuales, hasta el 2,1%. En 2025, el informe de la ONU prevé un crecimiento del 2,4%, sólo 0,1 puntos más que la estimación anterior.
Se espera que India crezca un 6,9% este año y un 6,6% en 2025. Para Rusia, las previsiones son un crecimiento del 2,7% y el 1,5%, respectivamente.
Las perspectivas para China proyectan un ligero aumento, y ahora se pronostica un crecimiento del 4,8% en 2024, frente al 4,7% previsto en enero de 2024.
Europa va contra la corriente de la economía global
Europa, sacudida por las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos, va contracorriente. Aunque las perspectivas económicas de las economías desarrolladas se han revisado del 1,3% al 1,6% en 2024, el crecimiento de la Unión Europea se ha reducido del 1,2% al 1%.
África y Asia occidental son las otras dos regiones que experimentarán un crecimiento más lento de lo esperado.
El informe advierte que las perspectivas son sólo cautelosamente optimistas. Las tasas de interés más altas durante más tiempo, las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, las tensiones geopolíticas persistentes y el empeoramiento de los riesgos climáticos siguen planteando desafíos al crecimiento, amenazando décadas de progreso en materia de desarrollo, particularmente para los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Con la agencia Xinhua
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