Corea del Norte disparó hoy ocho misiles balísticos hacia las aguas de la costa este, luego de tres días de ejercicios militares conjuntos de las fuerzas armadas de Estados Unidos y Corea del Sur.
“Nuestras fuerzas armadas han detectado el lanzamiento de ocho misiles balísticos de corto alcance desde el sector Sunan de Pyongyang y hacia el Mar del Este”, dijo el Estado Mayor surcoreano en referencia al Mar de Japón.
Estos disparos duraron 30 minutos, dijo en un comunicado.
“Nuestro ejército ha aumentado la vigilancia en previsión de nuevos lanzamientos. Corea del Sur y Estados Unidos cooperan estrechamente y están completamente preparados”, agregó.
Este nuevo disparo se produce tres días después de los ejercicios a gran escala de los ejércitos estadounidense y surcoreano, con la participación del USS Ronald Reagan, un portaaviones de propulsión nuclear de 100.000 toneladas.
Estas fueron las primeras maniobras conjuntas de los dos países tras la toma de posesión a principios de mayo del nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, quien prometió una política más dura hacia Pyongyang.
Desde noviembre de 2017, un portaaviones no ha participado en estos ejercicios. Corea del Norte ha protestado durante mucho tiempo contra la realización de tales maniobras, que considera un ensayo general para una invasión del país.
«El ejercicio reforzó la determinación de ambos países de responder enérgicamente a cualquier provocación de Corea del Norte, al tiempo que demuestra el compromiso de Estados Unidos de brindar una amplia disuasión», según el mismo memorando de las fuerzas armadas de Corea del Sur.
El investigador del Instituto de Estudios Políticos de Asan, Go Myong-hyun, dijo que la cantidad inusualmente alta de misiles lanzados en un momento por Corea del Norte parecía ser una represalia por los simulacros.
«Parece que lanzaron ocho misiles porque, a los ojos de Corea del Norte, la escala de maniobras conjuntas ha aumentado», dijo.
El mes pasado, durante una cumbre en Seúl con Yoon, el presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que Washington podría, si fuera necesario, utilizar «medios estratégicos» para disuadir a Pyongyang.
Horas después de que Biden abandonara la región, el régimen de Kim Jong-un disparó tres misiles, incluido un Hwasong-17, considerado el misil balístico intercontinental más poderoso del arsenal de Corea del Norte.
Seúl y Washington advierten desde hace semanas que Pyongyang podría realizar una séptima prueba nuclear y la primera desde 2017.
Corea del Norte, que está experimentando una epidemia de COVID-19mientras tanto, ha reanudado la construcción de un reactor nuclear, según nuevas imágenes de satélite.
Kim Jong-un había suspendido las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance durante las conversaciones con el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pero las conversaciones se interrumpieron en 2019.
Corea del Norte rompió esta moratoria autoimpuesta al disparar un misil intercontinental (ICBM) a fines de marzo.
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