Hace apenas unos días, el escándalo de un turista que había caído por el cráter del Vesubio debido a un autofoto, y ya hay novedades en la serie italiana que se podrían calificar como «Turistas haciendo estupideces». Este es el tono de las noticias en la prensa italiana sobre el caso de un australiano que aceleró en su scooter en el campo de las excavaciones arqueológicas en Pompeya, una de las ciudades mártires del Vesubio.
El turista de 33 años estaba siguiendo a un scooter alquilado, confirmado Parque Arqueológico de Pompeya, tentrar por la puerta de servicio del Puerta del Vesubio. Después de la notificación de Comando Provincial de Nápoles fusilerosLas autoridades del parque han emitido una aclaración.
En este, califican el “viaje” del turista como “intrusión”, en referencia a que aprovecharon el ingreso de “vehículos de una empresa constructora”. Los siguió y «recorrió un tramo del perímetro de la ciudad», pero «no por los caminos antiguos».
“El allanamiento motivó la activación inmediata del equipo de vigilancia del parque, que logró retenerlo hasta la llegada” de la policía, precisa en la nota el incidente ocurrido en la tarde del miércoles.
«El tramo de carretera transitado es un camino extramuros de la ciudad vieja, en tierra, utilizado por empresas dedicadas a trabajos de excavación, seguridad y restauración y prohibido al público», añade, subrayando que «no había peligro ni siquiera para los «visitantes del yacimiento o del patrimonio arqueológico» públicos en cualquier momento de este «episodio», que «finalizó en pocos minutos, gracias al eficaz servicio de seguridad y videovigilancia del parque arqueológico”.
«No sabía que no podías entrar en un scooter“, habrá comentado el turista a los agentes, en segundo El periódico Corriere della Sera.
La fórmula del diario para informar sobre el suceso tiene algo de sarcasmo y crítica: «Como subirse al techo de las termas de las excavaciones de Pompeya para tomar una autofoto no fue suficiente, porque hizo un turista en agosto hace dos años, [desta vez] un australiano de 33 años se las arregló para pensar en algo más original…”
Fue, resumieron, «una milla y media de historia», lograda después de que el hombre encontrara «una puerta abierta y se colara».
“Tras comprobar que el turista no había causado daños al patrimonio excavado”, dijo el diario, fue detenido y acusado de acceso no autorizado al parque arqueológico.
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