Las estadísticas mundiales muestran una reducción significativa en la participación del dólar en las reservas internacionales, del 73% en 2001 al 58% en 2023
247 – Los economistas estadounidenses apuntan a una clara tendencia hacia la desdolarización en la economía mundial. Si bien es poco probable que las naciones abandonen el dólar a corto plazo, el dominio de EE. UU. se está desvaneciendo. Un grupo de expertos con sede en Washington, Responsible Statecraft, señaló que el proceso de desdolarización está cobrando fuerza a medida que los países del Sur buscan alternativas a la moneda estadounidense, según la agencia de noticias Sputnik.
Las estadísticas globales muestran una reducción significativa en la participación del dólar en las reservas internacionales, del 73% en 2001 al 58% en 2023. Esta caída se aceleró luego de las sanciones globales impuestas por Estados Unidos a Rusia y su desconexión del sistema financiero global. Estas acciones han tenido un impacto negativo en las economías emergentes, llevándolas a buscar opciones alternativas.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, reconoció recientemente que la política de sanciones financieras podría debilitar la hegemonía del dólar. Sin embargo, señaló que el dólar sigue siendo una herramienta sumamente importante y que encontrar una alternativa equivalente sería difícil para otros países. Sin embargo, el grupo de expertos argumenta que el uso del dólar como herramienta política abre un espacio para que los aliados y rivales de EE. UU. busquen otras formas de liquidación.
Para ilustrar esta tendencia, los estudiosos se han referido a la venta de gas natural por parte de Rusia y Francia en yuanes chinos, así como a acuerdos financieros entre China y Brasil. Además, los países BRICS están iniciando discusiones sobre la posibilidad de establecer una moneda unificada. Con el 29% de la economía global bajo amplias sanciones estadounidenses y el 40% de las reservas globales restringidas por Estados Unidos, los investigadores advierten que el aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en un momento en que muchos países en desarrollo tienen deuda pendiente en dólares y dependen sobre materias primas cotizadas en esa moneda solo intensifica el proceso de desdolarización.
Los economistas concluyen que la tendencia a la desdolarización está en marcha y que la única opción para Estados Unidos es participar en una reestructuración global del sistema monetario en consenso con los países en desarrollo. De lo contrario, Estados Unidos se enfrentará a un declive desordenado de su hegemonía económica, lo que podría tener consecuencias desastrosas.
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