El agua de las botellas de plástico contiene hasta 100 veces más partículas de lo esperado

El agua de las botellas de plástico contiene hasta cien veces más partículas de plástico diminutas de lo que se estimaba anteriormente, según un estudio publicado el lunes.

Utilizando tecnología innovadora, los científicos registraron un promedio de 240.000 fragmentos de plástico detectables por litro de agua, después de probar el producto de varias marcas populares.

Este estudio, publicado en la revista PNAS, plantea dudas sobre las posibles consecuencias para la salud.

«Si la gente está preocupada por los nanoplásticos en el agua embotellada, es racional considerar alternativas como el agua del grifo», afirma a la AFP Beizhan Yan, coautor del estudio.

Pero añadió: «No recomendamos no beber agua embotellada cuando sea necesario, ya que el riesgo de deshidratación puede ser mayor que el de la exposición a los nanoplásticos».

Los nanoplásticos han recibido cada vez más atención en los últimos años y están presentes en todas partes del planeta.

Los microplásticos miden menos de cinco mil micrómetros, o cinco milímetros, mientras que los nanoplásticos miden menos de un micrómetro. [a milésima parte de um milímetro].

Son tan pequeños que pueden entrar en el sistema sanguíneo y por tanto en órganos como el cerebro o el corazón.

Las investigaciones sobre sus consecuencias sobre los ecosistemas y la salud humana son aún limitadas, pero algunos estudios ya han puesto de relieve sus efectos nocivos, por ejemplo sobre el sistema reproductivo.

Para su estudio, los inversores utilizaron una nueva técnica que utiliza láser.

Probaron tres marcas de agua, sin revelar los nombres: «Creemos que todas las aguas embotelladas de plástico contienen nanoplásticos, por lo que sería injusto seleccionar algunas», dijo Beizhan Yan.

Los resultados mostraron que cada litro contenía entre 110.000 y 370.000 partículas, de las cuales el 90% eran nanoplásticos y el resto microplásticos.

El tipo más común es el nailon, probablemente procedente de los filtros de plástico utilizados para purificar el agua, seguido del tereftalato de polietileno (PET), con el que se fabrican las botellas.

A continuación, los investigadores planean probar el agua del grifo, que también contiene microplásticos, pero inicialmente en cantidades más pequeñas.