El incendio que arrasó unas 12.000 hectáreas en España «se ha estabilizado»

Bomberos portugueses ayudaron a combatir las llamas

El fuego que ha arrasado unas 12.000 hectáreas desde el jueves en Extremadura, al oeste de España, se estabilizó el sábado y algunos de los 700 residentes evacuados ya podrán regresar a sus hogares, anunciaron las autoridades regionales.

El servicio de prevención y control de incendios forestales en la región «declaró que el incendio de Las Hurdes se ha estabilizado», dijo el gobierno de la región española, donde también se han enviado bomberos portugueses.

“La situación de los incendios forestales en Pinofranqueado está mejor que ayer y la evolución del clima puede ayudar con el paso de las horas”, agregó en las redes sociales el presidente de la región, Guillermo Fernández Vara.

Según datos obtenidos por el satélite europeo Copernicus, las llamas arrasaron cerca de 12.000 hectáreas, más de las 8.500 estimadas por las autoridades regionales.

Por la mañana, la coordinadora de Protección Civil, Nieves Villar, se mostró optimista durante una rueda de prensa, señalando que había poco viento en la zona y que se movilizaron muchos hombres y medios para contener el fuego.

Los bomberos portugueses se unieron a sus compañeros españoles, explicó el coordinador, destacando que fueron «más de 600 participantes».

Aunque todavía no ha llegado el verano, España ya ha sufrido varios incendios forestales, habiendo sido el país más afectado de Europa en 2022, con casi 500 incendios, que consumieron más de 300.000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).

País europeo a la vanguardia del cambio climático, España vive desde hace varios años un recrudecimiento de las olas de calor, con precipitaciones cada vez más escasas e irregulares.

El primer trimestre de este año fue el «más seco» desde que se establecieron récords en 1961, según la Agencia Nacional de Meteorología.

La marcada falta de precipitaciones vino acompañada de una muy temprana oleada de temperaturas extremas a finales de abril, que alcanzó un máximo histórico de ese mes en la España peninsular de 38,8°C, un nivel más propio de meses de verano como julio o agosto. .