El gobierno del país justifica la decisión por la necesidad del éxito de la misión, pero la oposición no quedó convencida.
El primer ministro de Nueva Zelanda viajó a China y tomó dos Boeing 757 de la fuerza aérea del país por temor a daños.
La información fue confirmada por la oficina de Chris Hipkins, quien justifica la decisión por la necesidad de que la misión sea exitosa. El Primer Ministro visitó China, el mayor socio comercial de Nueva Zelanda, acompañado de una delegación de ejecutivos, con la esperanza de impulsar el comercio entre ambos países.
“Los 757 tienen aproximadamente 30 años, están cerca del final de su vida económica y se espera que sean reemplazados entre 2028 y 2030”, dijo el portavoz del gobierno.
La oposición al ejecutivo no escatimó en críticas y señaló el fuerte impacto ambiental de la decisión, así como el mal estado de las fuerzas armadas del país.
“Si tienes una emergencia climática, no tiene mucho sentido tener un segundo 757 30 años después de otro”, dijo Christopher Luxon del Partido Nacional, el mayor partido de oposición.
David Seymour, líder de ACT Libertarians, fue más allá. «Algunas personas pueden llevar consigo un cargador de teléfono celular de repuesto cuando viajan al extranjero, en caso de que lo pierdan o se descomponga. Chris Hipkins necesita llevar un Boeing de repuesto con él», dijo bromeando.
Los funcionarios de Nueva Zelanda se han enfrentado a varios problemas a lo largo de los años con los aviones nacionales en viajes oficiales. En 2022, la exprimera ministra Jacinda Ardern se quedó varada en la Antártida cuando un C-130 de la Fuerza Aérea no funcionó correctamente. Acabó regresando a Wellington en un avión italiano.
En 2016, el exprimer ministro John Key se vio obligado a interrumpir una visita a la India por el mismo problema, esta vez varado en la ciudad australiana de Townsville.
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