El Colegio de Fomento Montecastelo, en Vigo, Galicia, ha decidido aumentar el número de materias obligatorias en el currículum de los alumnos y añadir elementos como aprender a cocinar, coser y planchar.
Estas tareas se denominaron Home Skills y comenzaron antes de la pandemia, cuando varios colegios españoles pusieron en práctica un conjunto de medidas de paridad de género denominado «plan para la igualdad entre hombres y mujeres en los centros educativos».
Sin embargo, Montecastelo de Vigo decidió transformar las ideas del documento en iniciativas prácticas y, según el director, es el único colegio de Galicia que cuenta con estas nuevas materias en el plan de estudios.
“Nos vino sólo a hablar y dar ideas sobre este concepto, sino también a ponerlo en práctica: que los estudiantes entiendan que en casa no hay roles de mujeres y hombres, sino que todos tenemos que hacerlo. colaborar en las tareas domésticas”, explicó José Manuel Rodríguez en una entrevista con. La Voz de Galicia.
#Mundo | La Escuela Montecastelo en Vigo, España, enseña a sus estudiantes sólidas habilidades domésticas, como planificación, limpieza y cocina. La idea es que los jóvenes tomen conciencia de que las tareas de mantenimiento en el campo son asunto de mujeres. pic.twitter.com/WDAScoG91q
– TCS NOTICIAS (@tcsnoticias) 17 de agosto de 2021
Durante años, Montecastelo de Vigo sólo aceptó alumnos varones y, pese al cambio de criterio, todavía hay más niños que niñas en las clases de adolescentes. Además de coser, planchar y cocinar, los estudiantes también aprenden etiqueta en la mesa, cambiar una bombilla, operar un lavavajillas o lavar la ropa.
“Soy el único y primer hombre de mi familia que sabe coser”, afirma Jaime, de 15 años, citado por el mismo diario.
Según el director, 30 estudiantes realizan estas tareas y tienen entre 14 y 15 años. Las edades, reforzó José Manuel Rodríguez, fueron elegidas a propósito: cree que los adolescentes son más responsables y cuidadosos al manipular objetos peligrosos, a diferencia de los más jóvenes. Los estudiantes de secundaria se liberan de las tareas domésticas y, por tanto, pueden concentrarse en sus estudios para los exámenes de acceso a la universidad.
Gabriel Bravo es el encargado de enseñar a los estudiantes las tareas domésticas y enfatiza que el objetivo es prepararlos para la vida adulta, ya sean casados o solteros. Recuerda que los estudiantes se reían cuando aprendían lo que iban a aprender, porque, dice, la idea de que “estas son habilidades sólo para mujeres” sigue presente. Sin embargo, disipando el estereotipo, dice que la cocina es donde más disfrutan los niños, en parte porque pueden probar los platos que han preparado e incluso llevárselos a casa.
En las redes sociales escribe. La Vanguardia, algunos proponen que las habilidades domésticas deberían ser obligatorias en todas las escuelas de España. Otros argumentan que deberían aprenderse en casa con sus padres.
Para muchos estudiantes, aprender las tareas domésticas es también una forma de ayudar en el hogar, especialmente a las madres.
Pero en el colegio de Vigo también hay quienes ven las nuevas competencias como una nueva oportunidad de negocio: “Uno de los alumnos ya le ha dicho a su madre que quiere recibir dos euros por cada vez que retome”, afirma entre risas el director . «Eso no está bien.»
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