El Real Madrid se enfrentó al Girona, líder de la clasificación española, tras vencer a un Valencia que quería jugar en igualdad de condiciones con el equipo local, pero fue severamente castigado por errores defensivos y falta de eficacia ofensiva.
Carlo Ancelotti volvió a quedarse sin Jude Bellingham, que sigue lesionado. Al igual que ante el Sporting de Braga, en la Liga de Campeones, Brahim Díaz fue el elegido para sustituir al joven astro inglés.
Pero el primero en brillar fue el lateral derecho Carvajal, que abrió el marcador con un magnífico zurdazo (!) a los tres minutos.
Si la idea del Valencia era defender y especular con el partido debería cambiar de estrategia. Lo cierto es que el equipo de Rubén Baraja buscaba el empate y crear ocasiones de gol, pero Hugo Duro perdió sucesivos duelos con el portero ucraniano Lunin, de nuevo titular, ante la ausencia de Kepa.
Con dos equipos ofensivos, había espacio para que surgieran artistas. Vinícius y Rodrygo repetían diferentes combinaciones mágicas y el fútbol-samba marcó un gol (¡con el pecho, cerca del césped!) en el minuto 41.
Valencia, que perdía 2-0 en el descanso, tuvo un comienzo desastroso en la segunda parte que hizo imposible cualquier posibilidad de recuperación.
Vinícius y Rodrygo castigaron duramente los errores de la defensa rival y el Real Madrid ya ganaba 4-0 en el minuto 50.
El ritmo bajó, aunque Vini buscaba el hat-trick y la “manita”. El puñado de goles llegó finalmente, en el minuto 83, pero el que bailó, esta vez, fue Rodrygo, que se marchó del partido con dos goles y dos asistencias.
El Valencia volvió a marcar, gracias a Hugo Duro, pero ya era demasiado tarde.
El Real Madrid se mantiene a dos puntos del Girona, segundo, y ha metido presión a Barcelona y Atlético de Madrid, que juegan este domingo y no tienen margen de error, para no alejarse más de los dos primeros.
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