España llega al último día del año con más de 161.600 personas infectadas en 24 horas y una incidencia de 1.775 casos por 100.000 habitantes. Con un número creciente y el fin de año próximo, no existe una estrategia nacional y las medidas de prevención varían según la comunidad.
Cataluña es la región con más restricciones. Los bares y discotecas están cerrados, los restaurantes tienen una capacidad máxima del 50% y hay toque de queda entre la 1:00 a.m. y las 6:00 a.m.
En el polo opuesto está Madrid. Los bares, discotecas y restaurantes pueden abrir sin límite de tiempo ni de capacidad. Porta do Sol vuelve a estar abierta al público para albergar los 12 eventos, aunque con un aforo máximo de 7.000 personas. Y la carrera de São Silvestre también se desarrollará en condiciones normales.
En el resto del país, las medidas varían entre estos dos polos. Asturias y Cantabria, por ejemplo, también han cerrado bares y discotecas, mientras que Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León han decidido no aplicar ninguna restricción. Galicia y Canarias han impuesto toque de queda a partir de las 2:00 horas. En el País Vasco, los restaurantes y discotecas deben cerrar a la 1 de la madrugada y la capacidad máxima es del 60%.
Con la variante omicron extendiéndose a un ritmo vertiginoso, el gobierno decidió reducir la cuarentena de personas asintomáticas a siete días, reimpuso el uso de mascarillas en las calles y apostó por acelerar la vacunación de refuerzo como medio para contener la pandemia.
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