Inicialmente se creía que la fuente de la explosión era un gran incendio en un almacén de petardos cerca del puerto de Beirut, informó la Agencia Nacional de Noticias (National News Agency).
La explosión envió una gran onda expansiva en forma de nube de hongo y edificios dañados a millas del puerto, incluida la sede del ex primer ministro Saad Hariri y la oficina de CNN en el centro de Beirut.
Una nube roja se cernía sobre la ciudad a raíz de la explosión cuando los equipos de bomberos se apresuraron a la escena para tratar de apagar el fuego. Un gran número de personas resultaron heridas en la explosión, dijeron las autoridades, y las imágenes de la escena capturaron a los heridos tambaleándose por las calles de la capital.
El ministro de salud del país ordenó a todos los hospitales de la zona que se preparen para recibir lesiones.
De acuerdo con testigos, se dañaron viviendas hasta a 10 kilómetros de distancia. Un residente de Beirut que estaba a varios kilómetros del lugar de la explosión dijo que sus ventanas habían sido destrozadas por la explosión. «Lo que sentí fue que fue un terremoto», dijo Rania Masri a CNN.
«El apartamento se sacudió horizontalmente y de repente se sintió como una explosión y las ventanas y puertas se abrieron de golpe. El vidrio se rompió. Muchas casas fueron dañadas o destruidas».
Esta es una historia de última hora, más por seguir.
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