Fitch reafirmó la calificación BBB- de México el martes 17 con perspectiva estable. La calificación crediticia del país está respaldada, según la calificadora, por una política macroeconómica «prudente», finanzas externas «estables y robustas» y una relación deuda/PIB proyectada en niveles por debajo de la mediana de sus pares.
“La calificación está limitada por un gobierno débil, un crecimiento moderado a largo plazo, una intervención política en curso que afecta las perspectivas de inversión y posibles pasivos contingentes para la petrolera estatal Pemex”, dijo Fitch.
La perspectiva estable, a su vez, está respaldada por finanzas públicas estables y una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos que plantea la débil perspectiva de crecimiento económico.
«Esto confirma nuestra evaluación de la credibilidad de la macropolítica como una fuerza de clasificación y como sostén de la confianza del sector privado, a pesar de las continuas intervenciones de política microeconómica y los desafíos de gobernabilidad», dijo la agencia.
Para Fitch, los ingresos petroleros por encima del presupuesto del gobierno federal se verán compensados por el impacto del estímulo fiscal sobre la gasolina, ya que la gerencia se compromete a mantener estables los precios de las gasolineras en términos reales.
El gobierno gestiona los precios reduciendo el impuesto especial sobre la gasolina (ahora al 0%) y otorgando créditos fiscales a los proveedores, señala la agencia. Fitch espera que los mayores ingresos relacionados con el petróleo compensen la menor recaudación de impuestos relacionados con la gasolina.
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